El futuro de la minería de interior en España pinta muy negro. En el Reino Unido, ya no tiene futuro. Su última mina de carbón subterránea acaba de echar el cierre. Los trabajadores de Kellingley Colliery, al norte de Inglaterra, emergieron el viernes por última vez del subsuelo con el rostro ennegrecido y algunas lágrimas en los ojos.

Los caminos del sector en España y el Reino Unido parecen ir de la mano. La crisis económica de 2008 sacudió a una industria que llevaba décadas en declive y el desplome de los precios de las materias primas, en los últimos meses, ha dado la puntilla a unas explotaciones que han marcado la historia del Reino Unido desde la revolución industrial. Aquí, en España, la minería de interior aún sigue resistiendo, aunque tiene 2018 como fecha de caducidad.

Con el cierre de esta mina, se acaba el trabajo para 450 trabajadores. Pocos días antes de Navidad, la compañía UK Coal pagará doce semanas de sueldo como indemnización de despido para los obreros de un sector que en los años 80 libró una cruenta batalla contra la exprimera ministra Margaret Thatcher, que forjó en ese enfrentamiento el mito de la "Dama de hierro".

"Hemos perdido toda una industria, un modo de vida. Nuestras comunidades han quedado devastadas en los últimos 30 años. Margaret Thatcher hizo un gran trabajo", comentaba al salir por última vez de la mina Stephen Walker, de 50 años.

"Este es un día triste. La geología tardó cerca de 30 millones de años en producir el carbón y nosotros hemos quemado gran parte en menos de cien años", decía por su parte Stuart Oliver, ejecutivo del sector.

La producción de carbón en el Reino Unido aumentó de forma exponencial con el desarrollo de los primeros motores de vapor en la época victoriana y tocó techo en las primeras décadas del siglo XX. En ese momento había cerca de mil minas en el país, que producían 187.000 toneladas de carbón al año y daban empleo a más de 700.000 obreros.

Sin embargo, con Thatcher en el Gobierno, el sector adelgazó de forma brutal. Luego, con el cambio de siglo, tan solo un puñado de minas subterráneas subsistieron en el centro de Inglaterra. La última crisis económica acabó de socavar esta industria. La minería hizo historia en el Reino Unido. Ahora, la minería ya es historia en las islas.