La Fiscalía del Menor mantiene abierta la investigación para determinar la posible responsabilidad de la joven de 15 años que dio a luz a un bebé y lo ocultó en el trastero de la casa de sus padres, en Lada (Langreo). Así lo confirmaron ayer desde el ministerio público, que es independiente de lo que haya hecho el Principado, que es quien tenía la custodia temporal del bebé. Y es que la administración regional decidió el pasado viernes darle la custodia del niño a los abuelos. Una circunstancia que dio a entender a la familia que el caso se había cerrado. Pero no, el proceso judicial seguirá todavía su curso, determinando si la menor tuvo alguna responsabilidad en lo ocurrido o si, por el contrario, decide archivar la causa.

Los hechos ocurrieron a mediados de agosto y, desde entonces, el Principado custodió al niño, al que las enfermeras del hospital de Riaño llamaron "Nicolás". Han tenido que pasar cuatro meses para que la administración regional decidiese entregar la custodia a los abuelos. Aún así, como habían confirmado estos últimos, la familia siempre tuvo acceso al pequeño. Se les permitía estar con él cuatro horas al día y no en el centro de acogida, sino que podían sacarlo a la calle. Los abuelos siguen confiando en la inocencia de su hija "que nunca quiso abandonar al bebé, sino que actuó por miedo". Ahora tendrán que esperar para ver cómo se resuelve el caso por la vía judicial.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 16 de agosto por la mañana. La joven dio a luz en su casa, sola, y tras cortar el cordón umbilical y limpiar al bebé, lo ocultó en el interior de un armario que tenían en el trastero de su propia vivienda. Cuando sus padres llegaron a casa después de trabajar, alrededor de las tres de la tarde, se encontraron a la menor ensangrentada y la llevaron hasta el hospital Valle del Nalón. Fue allí donde los médicos descubrieron que la joven había dado a luz unas horas antes. Los sanitarios, siguiendo con el protocolo, llamaron a la Policía. Fue entonces cuando la niña le confesó a su madre que había dejado al niño en el trastero. De inmediato, los agentes, acompañados por el padre de la menor, se trasladaron hasta Lada donde hallaron al bebé dentro de un armario y entre toallas. Más tarde llevarían al bebé en ambulancia hasta el hospital comarcal donde fue atendido por los sanitarios y, posteriormente "bautizado" por las enfermeras que en ese momento estaban trabajando en el centro como "Nicolás", un nombre que tanto la niña como sus padres aceptaron de buen grado. A consecuencia de los hechos, la Policía acusó a la madre de un delito de abandono, comenzando un largo proceso que aún sigue abierto para determinar la responsabilidad o no de la menor respecto a lo ocurrido. Al menos el pequeño "Nicolás" ya duerme en la casa familiar.