La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La calidad del aire en el concejo

La térmica de Lada lleva 15 días parada y sin influir en la polución

La central obtiene la autorización ambiental para implantar un sistema de desnitrificación y alargar su vida útil

Instalaciones de la central térmica de Lada, que lleva dos semanas sin actividad. FERNANDO GEIJO

La central de Lada se encuentra parada desde el pasado 31 de diciembre y no ha influido en el repunte de la contaminación denunciado por los grupos ecologistas a mediados de esta semana. Por otro lado, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha dado luz verde a la implantación de un sistema de desnitrificación de los gases de combustión en la térmica de Iberdrola. Esta inversión, que rondará los 20 millones de euros, tiene por objeto adaptar la actividad de la térmica langreana a las nuevas exigencias ambientales de la Unión Europea y se sumará a los 110 millones que la compañía vasca ha desembolsado en la última década para alargar la vida útil de la instalación y rebajar las emisiones.

En la resolución publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), el Ministerio -siguiendo los informes emitidos por la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental- expone que "no es previsible que el proyecto de implantación de un sistema de desnitrificación de los gases de combustión (SNCR) en la central térmica de Lada vaya a producir impactos adversos significativos".

El anuncio del BOE explica que el objeto del proyecto es adaptar el grupo IV de Lada (el único que sigue en servicio) a la nueva directiva europea sobre emisiones industriales y "permitir el cumplimiento de los nuevos límites de óxidos de nitrógeno, más restrictivos, a cumplir a partir del 30 de junio de 2020". También se deja constancia de que el promotor estima una reducción de las emisiones de óxidos de nitrógeno de un 29 por ciento.

Entre las inversiones más importantes de los últimos años en la térmica de Lada está la planta desulfuradora, que costó 60 millones. Las obras de construcción de esta instalación comenzaron a finales del año 2007 y los trabajos obligaron a la empresa a detener el grupo de generación eléctrica de la central durante un periodo de seis meses. La desulfuradora ha permitido eliminar casi por completo las emisiones de dióxido de azufre (SO2) de la térmica langreana. Gracias a esta infraestructura, las emisiones son reconducidas a través de una serie de tubos que rodean el grupo termoeléctrico para pasar posteriormente a la propia planta de desulfuración, donde se retiran los gases del azufre.

Iberdrola también ha invertido otros 40 millones de euros en la mejora de la eficiencia operativa de la central de Lada. En concreto, se renovaron las torres de refrigeración y los motores de la turbina principal y de las auxiliares, y se sustituyó el condensador. Además, se realizaron trabajos para mitigar el impacto sonoro de la central en la población. Estos trabajos se han sumado al desmantelamiento del grupo III, que se quedó obsoleto y en desuso.

La central térmica de Lada también concluyó con éxito -con la colaboración de la empresa asturiana Canteras La Belonga y el apoyo del centro tecnológico Fundación ITMA- el proyecto DESOx, una iniciativa para el control del proceso de desulfuración de la central y la valorización de los residuos que produce el proceso de eliminación de los óxidos de azufre.

Compartir el artículo

stats