"Los cinco de Arcelor" son cinco trabajadores de la siderúrgica que fueron condenados a importantes penas de prisión -luego se redujeron a 21 meses- y a pagar grandes multas por sus protestas durante la huelga general de 2012. El langreano Jerónimo Blanco es uno de "los cinco". Ayer emprendió viaje a Madrid para protestar por lo que considera es "una acusación falsa y una condena injusta".

Durante la jornada, para llegar a la capital, viajó a 50 kilómetros por hora, "a 10 kilómetros por cada sindicalista de MCA-UGT condenado en Arcelor-Mittal". Con su movilización pretende sensibilizar a los miembros del Tribunal Constitucional, el órgano que, tras recurrir las dos primeras sentencias, tendrá que dilucidar qué ocurre con os sindicalistas de UGT. "Nos condenaron sin pruebas, sin testigos y sin denuncia policial", subrayó Jerónimo Blanco. La primera sentencia recogía penas de entre tres años y medio y cinco años de cárcel para los sindicalistas. La segunda rebajó las penas (ya no deberían entrar en prisión), pero "es algo injusto", afirma Blanco.