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Iberdrola iniciará en abril obras en Lada para reducir emisiones y alargar su vida útil

Los equipos, que costarán 20 millones, permitirán adaptar los índices de óxido de nitrógeno a la nueva normativa europea

La central térmica de La Felguera, al fondo.

La compañía vasca Iberdrola iniciará en primavera las obras para instalar un sistema de desnitrificación de los gases de combustión de la térmica de Lada que permitirá adaptar la actividad de la central langreana a las nuevas exigencias ambientales de la Unión Europea. La actuación, que rondará los 20 millones de euros, hará posible alargar la vida útil de la instalación más allá de 2020. La inversión se sumará a los 110 millones que Iberdrola ha dedicado a rebajar las emisiones y mejorar la operatividad de la planta de Langreo en los últimos años.

El objeto de la actuación es que el grupo IV de Lada (el único que sigue en servicio, tras el desmantelamiento del grupo III) se adapte a la nueva directiva europea sobre emisiones industriales, de manera que cumpla los nuevos límites máximos de óxidos de nitrógeno, más restrictivos, impuestos a partir del 30 de junio de 2020. La previsión de la compañía vasca es lograr una reducción de las emisiones de óxidos de nitrógeno de un 29 por ciento.

La instalación de los equipos se acometerá en dos fases a lo largo de este año y, en ambos casos, será preciso interrumpir la producción de la térmica, según indicaron ayer responsables de Iberdrola. La primera obra se realizará en abril y la parada técnica durará unas tres semanas. Los trabajos se completarán a partir de septiembre. En este caso, la parada durará unos dos meses. La previsión de Iberdrola es que al final de este año o a lo largo del siguiente, las emisiones de óxidos de nitrógeno de la central de Lada estén por debajo de los 200 miligramos por normal metro cúbico que marca la nueva normativa europea.

El Gobierno ya ha emitido, a través de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, un informe ambiental favorable en el que se expone que no es previsible que el proyecto de implantación de un sistema de desnitrificación de los gases de combustión (SNCR) en la central térmica de Lada vaya a producir impactos adversos significativos.

Los responsables de Iberdrola explicaron que la inversión rondará los 20 millones de euros, que se sumarán a las ya realizadas en los últimos años. Entre los desembolsos más significativos está la planta desulfuradora, que costó 60 millones. En aquella ocasión, los trabajos obligaron a paralizar el grupo de generación eléctrica de la central durante un periodo de seis meses. La desulfuradora ha hecho posible eliminar casi por completo las emisiones de dióxido de azufre (SO2) de la térmica. Con este equipamiento, las emisiones son reconducidas a través de una serie de tubos que rodean el grupo termoeléctrico para pasar posteriormente a la propia planta de desulfuración, donde se retiran los gases del azufre.

En la térmica langreana también se han invertido 40 millones para mejorar la eficiencia operativa de la instalación. Se renovaron las torres de refrigeración y los motores de la turbina principal y de las auxiliares, y se sustituyó el condensador. Además, se realizaron trabajos para reducir el impacto sonoro de la central en la población.

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