El valle del Nalón tiene catorce áreas industriales con una capacidad bruta de 1.396.916 metros cuadrados y una extensión utilizable para el asentamiento de empresas de 924.855 metros cuadrados. Sin embargo, un 16 por ciento de ese suelo (146.481 metros) se encuentran vacío en la actualidad, según los datos que maneja el Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias. La crisis económica, agravada por la restricción del crédito bancario y la limitación de las ayudas pública (especialmente de la línea de fondos mineros), explican en parte el escaso interés que despiertan los espacios industriales vacíos, algunos de ellos urbanizados desde hace años.
La mayor bolsa de suelo vacío se localiza en Langreo. El concejo cabecera de la comarca acumula el 99,5 de la superficie industrial disponible (144.400 metros). Únicamente hay otros 2.081 metros sin uso fuera del municipio. Están en San Martín y más concretamente en una parcela del polígono de La Florida. Los polígonos impulsados por Hunosa en Modesta (72.832 metros de suelo industrial útil) y El Cadavíu (37.584) suman la mayor parte del suelo sin uso. En el valle del Candín los 16.452 metros de La Moral II también están completamente libres, al igual que 10.358 metros cuadrados más de la primera fase del polígono. El listado de terrenos sin uso se completa con 7.174 metros en Valnalón.
Otros siete polígonos están cubiertos al completo. Se trata de Riaño I, II y III, Barros y Meriñán, en Langreo; La Central, en San Martín del Rey Aurelio; y El Sutu, en Laviana. Asimismo, está casi ocupado en su totalidad el centro tecnológico de El Entrego, que acoge el Centro de investigación en nanomateriales y nanotecnología (CINN); dos empresas vinculadas a este sector; y una compañía de telemarketing.
Las asociaciones empresariales de la comarca consideran que el Valle cuentan actualmente con suficiente suelo en espera de que la situación económica repunte y que los esfuerzos de las administraciones deben centrarse en respaldar a las compañías. Por ese motivo, impulsar ayudas para captar nuevas empresas y mantener abiertas las existentes y simplificar y abaratar los trámites para la puesta en marcha de iniciativas industriales son dos de las propuestas lanzadas por estos colectivos para tratar de generar actividad y empleo.
