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CÉSAR ÁLVAREZ MARCOS | Profesor titular y otorrino del HUCA, nuevo académico de Medicina

"La caída del cáncer de laringe en hombres contrasta con el aumento en mujeres"

"Es clave formar grupos de otorrinos, logopedas, enfermeras, psicólogos... que con el paciente y su familia realicen la rehabilitación más eficaz"

"La caída del cáncer de laringe en hombres contrasta con el aumento en mujeres"

César Antonio Álvarez Marcos (Gijón, 1958) es profesor titular de la Universidad de Oviedo y otorrinolaringólogo del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). El próximo jueves ingresará en la Real Academia de Medicina de Asturias, como miembro correspondiente, con el discurso titulado "El paciente larigectomizado y su rehabilitación: historia de un reto sociosanitario". El acto se desarrollará a partir de las 20.00 horas en el salón de actos del Colegio de Médicos de Asturias (plaza de América, 10). Previamente, el doctor Álvarez Marcos será presentado por el también otorrino Carlos Suárez Nieto, académico de número.

- ¿Por qué eligió ser médico?

-Fueron mis padres, y particularmente mi madre, la que tomó esa decisión. No había antecedentes familiares y al final lo fuimos los dos hermanos.

- ¿Y por qué otorrino?

-Eso sí fue una decisión propia. Podría haber escogido cualquier especialidad. Me gustaban las médicas por el diagnóstico y el trato con los pacientes, pero también la elegancia y resolución de la cirugía; así que, al final, me decidí por una médico-quirúrgica. Fue otorrinolaringología por tener disciplinas diversas y enfoques diferente, combinado con múltiples técnicas de diagnóstico, cirugía abierta, endoscopia, microcirugía. No sólo acerté con la especialidad, sino también con el sitio, que es donde ahora trabajo, uno de los mejores servicios de España en calidad asistencial, científica y, sobre todo, en el trato personal de sus integrantes. Lo que tardé en decidir meses, ahora lo haría en décimas de segundo.

- ¿Qué aspectos de la otorrinolaringología ha cultivado con mayor asiduidad?

-Me he dedicado a todos los campos: trabajé 20 años en el Hospital Valle del Nalón y había que hacer de todo. Adquirí experiencia en oncología, por la alta incidencia de cáncer, y también realicé mucha cirugía rinológica y de oído.

- ¿Cómo hay que compaginar la visión global de la especialidad y la superespecialización?

-En el HUCA, la patología es muy especializada y tiende a distribuirse en secciones. Aunque no ves patología tan diversa como en un hospital comarcal, aumenta mucho su complejidad. Por eso hay que dejar espacio a especialistas más jóvenes para que adquieran experiencia y mantengan el nivel de excelencia. Mi actividad sigue siendo, sobre todo, en oncología, cirugía tiroidea, rinología y disfagia.

- Su principal especialidad es el cáncer de laringe. ¿Cuál es la incidencia? ¿Sigue estando Asturias a la cabeza de España?

-En Asturias, la incidencia del cáncer de laringe es de 14 casos por 100.000 habitantes y año; en España, de 11 casos. Si se compara con la UE (8 casos) y Estados Unidos (3 casos por 100.000 y año), no cabe duda que son datos preocupantes. Se ha observado un descenso en la incidencia en Estados Unidos, pero si analizamos está situación en Asturias esto no está tan claro. En 1984, la incidencia en varones fue de 27 casos por 100.000 hombres, y pasó en 2015 a 25 casos, mientras que en mujeres pasó de menos de 1 caso por 100.000 a casi 4. Esto significa que la incidencia es similar, y que el descenso en hombres contrasta con un aumento significativo en mujeres.

- ¿Por que aumenta en mujeres?

-Se supone que, sobre todo, por el aumento del consumo de tabaco y alcohol que comenzó a registrarse hace tres o cuatro décadas.

- ¿Cómo ha evolucionado la cirugía?

-La cirugía es más conservadora. Sobre todo, al introducir el láser, que permite hacer las técnicas a través de la cavidad oral. La cirugía robótica empleando la misma vía de abordaje aumentaría la precisión al extirpar el tumor, pero desgraciadamente no se dispone de ella en el HUCA. En los últimos años, se han desarrollado protocolos de preservación de órgano con quimio-radioterapia que conservan la laringe en muchos pacientes, aunque no están exentos de otras secuelas, como la disfagia, que es la dificultad o imposibilidad de tragar.

- ¿Qué secuelas deja la laringectomía? ¿Han progresado las técnicas quirúrgicas?

-Hay que realizar aún un buen número de laringectomías totales con todas las secuelas de esa técnica. Se pierde la voz y la capacidad de comunicarse de manera eficaz, y la respiración se hace por el traqueostoma. Además, se pierden las funciones de las fosas nasales sobre el aire respirado (filtrar, calentar, humedecer) así como la olfacción.

- ¿Cómo funciona la rehabilitación vocal?

-Con la voz erigmofónica, que consiste en introducir aire en el esófago desde la boca y luego expulsarlo haciendo vibrar la parte inferior de la faringe. No es un procedimiento fácil que se adquiera instintivamente: requiere un aprendizaje intensivo. En pacientes seleccionados con mayor nivel de exigencia vocal se puede realizar una fístula entre tráquea y faringe que se cierra con una prótesis fonatoria. La voz es de mayor calidad y fácil aprendizaje, aunque el procedimiento tiene sus problemas.

- ¿Un laringectomizado sufre marginación social?

-Depende mucho de la propia persona. Es necesario que rehabilite las funciones perdidas, un proceso lento y tedioso después haber pasado una situación muy dura en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.

- ¿En qué medida pueden los pacientes normalizar su vida?

-Son frecuentes los estados depresivos y el aislamiento. Los pacientes necesitan mucho apoyo familiar e institucional para superar las secuelas y volver a su situación previa. Muchos de ellos no llegan a los niveles previos que tenían, y por edad dejan su trabajo. También hay pacientes jóvenes, con mejor rehabilitación de la voz y profesiones más especializadas, que recobran la vida laboral activa. No sólo eso, sino que pueden ser mejores al tener una vida más sana y valorarla de forma más positiva.

- ¿Qué progresos pueden registrarse a corto y medio plazo?

-Es muy importante la colaboración de las diversas instituciones (sanitarias, colectivos de pacientes...) para formar grupos multidisciplinares de trabajo: otorrinos, logopedas, enfermeras, psicólogos... que junto al paciente y su familia decidan y realicen de forma coordinada la rehabilitación más eficaz.

- ¿Se puede soñar con algún avance, aunque sea muy remoto?

-Los avances pueden plasmarse en un tratamiento más eficaz, menos agresivo y personalizado de cada paciente con cáncer de laringe. Esta mejora, sumada al diagnóstico precoz y a la rehabilitación, serían los que aumentasen la supervivencia y la calidad de vida.

- ¿Qué significa para usted ingresar en la Real Academia de Medicina?

-Un honor y una gran satisfacción personal. Es algo sentimental: los más prestigiosos de tu profesión te reconocen un mérito que a veces la propia Administración no hace. No soy dado a los halagos pero, cuando Carlos Suárez me lo me lo comunicó, me emocioné mucho.

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