El emprendimiento tiene en Gijón rostro masculino. Los datos que maneja Impulsa Empresas, la entidad municipal dedicada a facilitar la generación, desarrollo y consolidación de iniciativas empresariales, dejan claro que el papel de la mujer aún sigue siendo claramente minoritario a la hora de decidirse a poner en marcha sus propias ideas innovadoras. Según las últimas estadísticas de Impulsa, la presencia de mujeres en las nuevas empresas de sectores tecnológicos, digitales o creativos y culturales apenas supera el diez por ciento.
Esa mayoría masculina cuenta, además, con una formación técnica, toda vez que la mayor parte de los emprendedores en este campo son ingenieros, y la media de edad ronda los cuarenta años en los principales campos de actividad analizados por Impulsa en el sector emprendedor: startup digitales, tecnológicas o industriales y creativas y culturales.
El sector más masculinizado es el de los promotores de empresas tecnológicas e industriales. En este caso los hombres suponen el 89 por ciento de los emprendedores, con unos 43 años de edad media. Uno de cada tres son ingenieros, y el mayor peso en este campo se corresponde con nuevas empresas basadas en las tecnologías de la información y la comunicación (un 44 por ciento), seguidas de los proyectos relacionados con la ingeniería y el diseño industrial, el campo audiovisual, la construcción, energía y medio ambiente, consultoría y asesoría y medicina y biociencia.
En lo que se refiere a las nuevas empresas relacionadas con el mundo digital, la presencia de hombres al frente del emprendimiento también es aplastante: un 81 por ciento frente a un 19 por ciento de mujeres. Las startup digitales, además, suponen la mayoría de las compañías de la Milla del Conocimiento gijonesa con menos de cinco años de vida, lo que deja claro el peso que este mundo tiene en el cambio de modelo actual.
La media de edad de los emprendedores en este caso es de 40 años, y casi la mitad (un 47 por ciento) son ingenieros. Los proyectos más representativos son los correspondientes a las empresas "B2B" o "business to business". Es decir, modelos de negocio en los que las transacciones de bienes o la prestación de servicios se producen entre dos empresas. Le sigue el diseño de software, el desarrollo de plataformas en Internet y los proyectos que tienen que ver con las redes sociales.
El área de emprendimiento innovador en el que más peso tienen las mujeres es el de las empresas culturales y creativas. En este caso la presencia femenina llega al 30 por ciento de las iniciativas frente al 70 por ciento de emprendedores masculinos. La media de edad es también algo más baja, de en torno a los 37 años, y el 90 por ciento de estos emprendedores son licenciados en diferentes áreas que no tienen que ver con la ingeniería.
Se trata de nuevas empresas relacionadas con la arquitectura, la realidad, virtual, la producción digital o la producción artística. En realidad, es el área del emprendimiento que menos peso tiene en el sector innovador gijonés, representando apenas un 8 por ciento de las iniciativas. El mundo digital y el tecnológico e industrial es el que más tira de las jóvenes empresas que tutela de algún modo Impulsa, compañías de menos de cinco años de vida que aspiran a tener una duración más allá de la década.
