Tapia de Casariego,

R. L. MURIAS

El Grupo municipal Socialista de Tapia de Casariego exigió ayer la dimisión del concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Tapia de Casariego, Enrique Fernández Castelao, por actuar como «mediador en la operación urbanística que la empresa Sydu pretende desarrollar en Serantes». Sin embargo, el equipo de gobierno. del PP, se tomó a risa la petición de los socialistas, que ni siquiera se llegó a votar.

El Pleno extraordinario celebrado ayer en Tapia de Casariego, a petición de PSOE y URAS, tenía como punto de debate aclarar la postura del equipo de gobierno ante las intenciones de un promotora de Madrid que pretende recalificar 170 hectáreas de terreno forestal y rural para la construcción de más de 2.500 viviendas vinculadas a la ampliación del campo de golf de Rapalcuarto, una cifra que el Alcalde ha rebajado a poco más de un millar de casas. A la sesión acudieron más de sesenta personas, la mayoría de Serantes, que se mostraron en contra de un proyecto que calificaron como «masa de cemento».

Sin embargo, a pesar de las exigencias de los concejales del PSOE y URAS y de las reclamaciones de los vecinos, que pretendían un compromiso en firme del equipo de gobierno para bloquear este proyecto, el Alcalde se limitó a explicar que, por el momento, «no hay que paralizar nada, porque no hay ningún proyecto, y cuando lo haya se presentará». De llevarse a cabo el proyecto de Sydu, la población del núcleo de Serantes se multiplicaría por seis, aproximadamente.

La concejala de URAS, Marián Fernández, solicitó al regidor que se posicionase claramente sobre este proyecto y explicó que «la única ventaja que tiene es el cobro de las licencias; el resto todo desventajas: un fuerte impacto ambiental, una urbanización sólo habitada durante dos meses en verano, un turismo vinculado al campo de golf y los servicios anexos al campo, que no se moverá por Tapia y un mayor riesgo de delincuencia en la zona». Marisa Abril, concejala del PSOE, culpó al equipo de gobierno de «promocionar y mediar en un pelotazo urbanístico» y exigió al Alcalde y al concejal de Urbanismo «explicaciones por avalar un proyecto que, encima, dicen no conocer, con lo cual aún peor», remachó.

El equipo de gobierno sigue asegurando tener las manos limpias y se defiende alegando que si el concejal de Urbanismo acudió a la reunión con Sydu y los vecinos en un restaurante de Rapalcuarto «fue por conocer el proyecto, igual que si hubiese sido otra constructora de las que pasan por aquí todas las semanas interesadas en construir en Tapia», puntualizó el regidor tapiego, Gervasio Acevedo, quien, como principal novedad, redujo el proyecto de Serantes a 110 hectáreas que se desarrollarían en una media de ocho años como pequeñas aldeas vinculadas al campo de golf.