Oviedo, María ALONSO

Muniellos ya tiene plan de uso y gestión. Fue aprobado hace unos días y en él se dibujan las limitaciones y prohibiciones de lo que es la zona con mayor grado de protección del Principado. El documento sigue manteniendo un cupo de veinte personas diarias, aunque el Principado está barajando ahora la ampliación del número de visitantes. Pero el documento no sólo fija el número, sino que también marca la forma.

Los turistas no pueden salirse de los caminos establecidos, es decir, no pueden pasear por la reserva con total libertad y tienen que guardar una serie de normas básicas, quedando prohibido en el ámbito de la misma fumar, dormir o abandonar basuras. Además, no se pueden realizar hogueras ni tampoco desarrollar actividades recreativas que supongan portar o usar armas de fuego.

La preservación del entorno y de los animales que viven en la reserva es uno de los objetivos principales y por ello en el plan de uso y gestión hay un apartado dedicado a las fuentes sonoras. «Queda prohibida la alteración de la tranquilidad de la fauna en el ámbito de la reserva mediante la utilización de fuentes sonoras», señala el documento. Silencio por tierra, pero también por aire: se prohíbe sobrevolar el ámbito de la reserva a una altura inferior a mil metros sobre cada cota del terreno mediante aviones, helicópteros o ultraligeros. Solamente se podrá volar a menor altitud con una autorización expresa de la Consejería de Medio Ambiente, a excepción de las actividades de extinción de incendios que requieran ese tipo de intervenciones aéreas.

Además de aprobar el plan de uso y gestión, el patronato de Muniellos analizó los datos sobre visitantes a lo largo del pasado año. Durante 2006 pisaron la reserva un total de 6.350 personas, 4.589 solicitaron un permiso con antelación y 1.761 carecían de él pero acudieron en días en los que todavía quedaban plazas libres.

Muniellos cuelga el cartel de completo unos cinco meses al año, de junio a octubre, que concentran la mayoría de las visitas. El mes con mayor cantidad de turistas con permiso es, sin duda, junio, con 965 personas, según los datos facilitados por la Administración al patronato.

El goteo constante de visitantes se concentra en el verano, como lo demuestran no sólo las cifras de la reserva, sino también las del centro de recepción de Muniellos, que solamente el pasado mes de agosto recibió a un total de 2.376 personas.

El centro se ha convertido, además, en una alternativa para los que no pueden acceder a la reserva debido a los cupos, pero no quieren marcharse sin disfrutar del entorno. Durante el año 2006 pasaron por el centro de recepción de Muniellos 9.516 personas.

Mientras la Administración regional estudia la posibilidad de aumentar los cupos para las personas interesadas en visitar Muniellos, los ecologistas sopesan la posibilidad de poner en marcha medidas que contribuyan a divulgar los valores del espacio natural, pero que no pasen necesariamente por un incremento de los cupos. Varios grupos ecologistas asturianos están actualmente elaborando y debatiendo un proyecto que consistiría en peatonalizar parte del puerto del Connio para fomentar el uso turístico de esta carretera que cruza la reserva integral de Muniellos.

La idea lleva, como contrapartida, restringir el paso a vehículos, salvo a los vecinos de la zona, que tendrían total libertad para moverse.