Cangas del Narcea,

Alejandro ÁLVAREZ

El nuevo proyecto de ley de patrimonio y biodiversidad que ha presentado el Gobierno de la nación, en el que se establece que los espacios naturales protegidos podrán ser declarados de utilidad pública y, por tanto, ser susceptibles de expropiación, ha encendido de nuevo los ánimos de los miembros de la mesa de afectados por la declaración del parque natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias.

Cuando parecía que tras años de intensa contestación social las aguas habían vuelto a su cauce, el anuncio del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, que cuenta con el respaldo de una amplia mayoría del Congreso de los Diputados, a excepción del PP, ha hecho saltar de nuevo las alarmas entre los vecinos del gran espacio natural del Suroccidente. A diferencia de otras figuras de protección, Fuentes del Narcea cuenta con la particularidad de que más del 90 por ciento del territorio es de propiedad privada y en su interior se encuentran enclavados 80 núcleos rurales.

El Partido Popular (PP) de Cangas del Narcea, con su presidente, Manuel Rodríguez Blanco, a la cabeza, denunció en innumerables ocasiones que detrás de la declaración de Fuentes del Narcea se escondía una expropiación encubierta de terrenos. El líder popular llegó incluso a viajar a Bruselas, donde denunció la ley de creación del espacio natural. La Comisión de Peticiones de la Eurocámara decidió dejar abierta la denuncia para que la Comisión Europea investigase el caso. La cosa no pasó de ahí.

Ayudas y aceptación

Lo infructuoso de su discurso y las discrepancias surgidas en el seno de su partido, que fueron creciendo a medida que se incrementaba la llegada de subvenciones y la aceptación del espacio protegido entre los afectados, afloraron a escasos días de las elecciones del 27-M, cuando el candidato a la presidencia del Principado, Ovidio Sánchez, desautorizó a Blanco y dijo públicamente que no derogaría la ley de declaración del parque si ganaba las elecciones. Este hecho, unido a los malos resultados electorales obtenidos en las denominadas mesas del parque, donde el PSOE recuperó la mayoría, acabó por minar la moral de Rodríguez Blanco, que decidió arrojar la toalla, dejando a la deriva el movimiento antiparque, del que había sido uno de sus principales adalides.

Ahora, ante la más que probable aprobación de la polémica ley, a los detractores del espacio natural sólo les queda rezar para que el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) anule el plan rector de uso y gestión (PRUG) o, en el peor de los casos, volver a desenterrar el hacha de guerra. Aunque esta vez sin el apoyo político de ninguno de los grupos con representación municipal.

Con este proyecto el Gobierno pretende garantizar la conservación de la diversidad biológica de los espacios naturales de todo el territorio nacional. El Partido Popular (PP) ya ha criticado la medida, calificándola de «excesivamente intervencionista» y de «atentado contra la propiedad privada». El proyecto también incluye por primera vez la figura de las «áreas marinas protegidas» y prevé la catalogación de hábitats en peligro de desaparición y la elaboración de un catálogo nacional de especies exóticas invasoras.

El parque de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias fue declarado como tal en el año 2002, y como Reserva de la Biosfera en 2003. Abarca territorios de tres concejos y es el de mayor extensión de Asturias. Engloba, a su vez, las reservas de Muniellos y Cueto de Arbas, llevando sus límites al parque natural de Somiedo. El parque incluye los nacimientos de los ríos Narcea, desde su nacimiento hasta Rengos, donde se une con el río Muniellos, y la cabecera alta del río Ibias, tributario del Navia.