Jarrio(Coaña), S. P.

«Que una de tus vacas dé positivo es algo que puede pasar y, lo que es peor, te afecta muchísimo económicamente, ya que estás señalado». José Manuel López Suárez, ganadero de 31 años, habla desde la experiencia que le otorgan trece años al frente de su explotación en Jarrio. Dice lamentar el último caso ocurrido en el vecino concejo franquino por las graves consecuencias económicas que conlleva esa noticia. «Ahora el caso de José Manuel Martínez ya lo conocen en buena parte de España y eso tiene sus consecuencias», asegura.

Según José Manuel, muchos ganaderos corren el riesgo de importar estos animales ante la imposibilidad de comprar aquí ganado con la calidad morfológica necesaria. «Desde la Consejería sí que se da suficiente información, pero también hay gente que hace caso omiso de las indicaciones que se hacen. Hay ganaderos que se arriesgan a traer esas vacas porque tienen que cumplir unos cupos y aquí no hay ganado con una calidad morfológica suficiente y hay que traerlo de fuera», explica el ganadero.

Por otro lado, la res afectada en Arancedo y las otras dos que permanecían en el establo continuaban ayer inmovilizadas a la espera de que la Consejería tome las medidas oportunas. En este caso, el animal será sacrificado y las demás reses de la explotación serán sometidas a una segunda prueba en un plazo de 15 días para garantizar la inexistencia de nuevos brotes. Una inmovilización en la que quedan incluidas las 79 madres que posee la ganadería familiar.