Ribadeo, T. CASCUDO

La concepción del cuerpo y la mente como un todo es la razón de ser y la base de un método, nacido en Francia en 1985, que se conoce como terapia morfoanalítica. Para los terapeutas que defienden este modo de trabajo, el cuerpo humano tiene memoria y refleja toda nuestra vida. Aunque en España es Cataluña la comunidad donde más se ha extendido esta terapia, poco a poco va arañando adeptos en todo el país. Otilia Carballa forma parte del equipo pedagógico de la formación en terapia morfoanalítica de Galicia y el próximo viernes, a las 20.00 horas, acompañada de otro profesional, impartirá una charla en Ribadeo titulada «Dolores musculares y articulares. Los gritos del cuerpo». Su objeto es dar a conocer la terapia en el occidente asturiano y en la Mariña. El encuentro estará abierto no sólo a personas interesadas en el método, sino también a profesionales que quieran aprender a utilizarlo.

-¿En qué consiste el método?

-Es una terapia psicocorporal cuya especificidad reside en que trabajamos desde el cuerpo y en el cuerpo, usándolo como fuente de información. En él se guarda la memoria psicoafectiva de nuestra vida y, trabajando con él, se puede acceder a la globalidad de la persona.

-¿Se puede decir que su método empieza donde no llega la fisioterapia?

-Es una etapa posterior porque trabaja con el cuerpo, pero en un sentido diferente. En fisioterapia el cuerpo se trabaja como algo mecánico; nosotros enseñamos a la persona a escuchar, sentir y vivir en su propio cuerpo. Cada propuesta de trabajo requiere colaboración continua por parte del paciente.

-¿Cuál es el perfil de sus pacientes?

-Lo más habitual son personas con padecimientos físicos, sobre todo de columna, dolores musculares y articularesÉ También vienen personas con problemas depresivos o de ansiedad que quieren hacer un tratamiento más global de su problema. Y, últimamente, recibimos a mucha gente que busca cambios en su vida porque no está satisfecha.

-¿Está limitado a quienes padecen una dolencia o puede ser un método preventivo?

-Claro, también se enmarca dentro de esa apuesta por el cuidado corporal. Es una forma de cuidado global, lo entiendo como un regalo que permite espacio y tiempo para uno mismo.

-Haciendo una metáfora con el campo informático, ¿se trata de resetear el cuerpo?

-Pues es una metáfora bastante afortunada. En la actualidad, la gente, ante un problema, reacciona dejando de sentir el cuerpo o padeciéndolo. Lo que tenemos que saber es que somos nuestro cuerpo y que en él guardamos todas nuestras vivencias, por eso hay que redescubrirlo. Uno de los grandes males de la sociedad actual es la falta de contacto con uno mismo, y el cuerpo abre una vía de acceso.

-En la práctica ¿cómo es su metodología?

-Sencilla y rigurosa. Además de las técnicas corporales, consideramos importante que la persona pueda hablar de lo que siente en su cuerpo. Para ello usamos una bandeja de herramientas que adaptamos al ritmo de cada persona. La duración del tratamiento depende de la persona.

-¿Cuál es la probabilidad de éxito?

-En general, el paciente suele sentir una mejoría de su estado general y después, en función de cada persona, profundizamos más o menos. El límite lo pone uno.

-¿La terapia deja al margen la posible medicación del paciente?

-Nosotros trabajamos en colaboración con los médicos y, en este sentido, hemos tenido casos de personas que han podido abandonar la medicación al mejorar su dolencia.

-¿Falta educación para conocer el funcionamiento de nuestro cuerpo?

-En nuestra cultura el cuerpo siempre ha estado disociado de la mente y no tenemos conocimientos en cuanto a higiene postural o emocional. El hecho de que reconocer las emociones en público esté mal visto produce reacciones en nuestro cuerpo.

-¿El carácter más introvertido de la gente del Norte dificulta el éxito de la terapia?

-Cuando una persona siente que su sufrimiento es escuchado, incluso la persona más retraída puede abrirse. Es necesario escuchar y respetar su ritmo.