Pola de Somiedo,

V. DÍAZ PEÑAS

Si hay un modelo de gestión territorial que ha demostrado la compatibilidad del turismo con la conservación del oso pardo es el vigente en el parque natural de Somiedo. Así lo sostuvo ayer el alcalde del concejo, Belarmino Fernandez Fervienza (PSOE), a raíz de la vuelta a la palestra de la polémica por la organización de excursiones con el objetivo de ver a esta especie protegida, suscitada por las ofertas de dos empresas.

Fernández Fervienza entiende que si se quiere llevar a cabo este tipo de actividades, deberá hacerse respetando escrupulosamente la zonificación del parque natural -que excluye determinadas áreas del uso turístico- y utilizando las rutas autorizadas para el uso turístico. «Es un ejemplo que en Somiedo lleva veinte años dando buenos resultados. No sólo se ha avanzado en el desarrollo socioeconómico de la zona, sino que se ha mejorado la población osera».

El parque natural de Somiedo fue declarado el 10 de junio de 1988 como el primero de toda la región. El regidor explicó que se optó por este modelo para conservar un rico patrimonio natural y para conseguir el desarrollo de un concejo que por aquel entonces estaba a la cola de Asturias. Somiedo representa la rica biodiversidad de la cordillera Cantábrica y atesora muchas de las especies emblemáticas de esta cadena montañosa. Entre todas ellas, el oso fue y ha sido durante todos estos años la «principal estrella», como argumentó Fervienza.

El oso se encontraba en una situación crítica, con una población de apenas 60 ejemplares. «El objetivo del parque fue proteger a esta especie y su hábitat. Veinte años después queda reflejado en las estadísticas que hemos avanzado en todos los sentidos. Se ha mejorado la población osera y hemos conseguido una mejor calidad ambiental, todo ello gracias a la zonificación del parque», señaló el regidor somedano. Y es que el de Somiedo es uno de los parques de España con más restricciones para los turistas, ya que casi un 40 por ciento de su superficie está considerado por el plan de uso y gestión (PRUG) como de uso restringido especial y no se permite la entrada a turistas.

Bosques cerrados

Fervienza destaca que en la zonificación del parque siempre han tenido gran importancia el oso y su hábitat. Apenas hay recorridos por los bosques somedanos y siempre se ha cuidado con mimo a esta especie. Mucho más teniendo en cuenta que se trata del auténtico emblema de una zona que, después de 20 años, se ha convertido en una de las más visitadas de Asturias, con una media superior a los 100.000 visitantes anuales. Una afluencia para la que el oso pardo constituye el principal reclamo.

«Llevamos años diciendo a la gente que venga a Somiedo, no a ver osos, sino a disfrutar de un espacio de gran riqueza natural que se certifica por una presencia destacada de esta especie. No podemos decir que van a ver osos porque es muy difícil y sería engañarlos. No obstante, siempre hay alguna ruta en la que, con prismáticos, se puede ver algún animal, pero se hace a varios kilómetros de distancia y sin molestarles. De ahí que nuestro modelo permita perfectamente el turismo de manera compatible con la conservación de la especie», explicó el regidor somedano.

El oso, añade el Alcalde, es hoy un animal «sagrado» en Somiedo porque ha aportado en los últimos años un alto valor económico a la zona. «Como si fuera una rueda, cuanto más conservado esté el oso, más valor tendrá y, por tanto, más nos beneficiaremos los vecinos y también el oso», matizó el regidor. Además, señaló que, lejos de molestar a los animales, los turistas, bien ordenados, ayudan a su conservación.

El Alcalde subrayó que los hombres siempre convivieron con los osos en Somiedo y arremetió contra los técnicos que advierten de que se pueden producir ataques de osos a personas dada la cada vez mayor proximidad entre animales y vecinos, pues no ha habido ninguno en muchos años, insistió.

Fernández Fervienza añadió que el único hecho grave que ha tenido lugar en Somiedo en relación con los osos fue aquel programa de radiomarcaje que se llevó a cabo en 1997. «Puso en peligro la supervivencia del oso. Un ejemplar murió y hay dudas sobre otros dos. De ahí que los técnicos que participaron en este proyecto no tengan credibilidad para ser abanderados de los osos y para decir que el turismo molesta a los animales».

Y es que si hay un modelo que aúne conservación osera y turismo, ese es el de Somiedo, concluyó el regidor somedano.