Jarrio(Coaña), S. PéREZ

Frente a la soledad, al tiempo y a la compañía. Contra la tristeza, el cariño y la comprensión. Todo eso y más es lo que están dispuestas a ofrecer Consuelo López, Mercedes Moreno y Admiración García a muchos de los pacientes del Hospital de Jarrio. Son las primeras voluntarias del segundo programa de acompañamiento en el Hospital Comarcal de Jarrio, un proyecto que nace con el objetivo de hacer más llevadera la estancia en el centro de aquellos pacientes que no tengan a familiares o a amigos que los acompañen en sus días en el hospital o que teniéndolos no puedan hacerlo con asiduidad.

En el programa, que se puso en marcha de forma oficial el pasado 12 de abril, participan el propio Hospital de Jarrio, el Centro de Voluntariado y Participación Social de la Fundación Edes, un equipo territorial de Servicios Sociales y el Centro Social El Encuentro de Navia, que es quien aporta a los voluntarios, en este caso, estas tres mujeres, que apoyadas por una coordinadora abrirán el camino para la llegada de nuevos acompañantes. «Me parece una gran idea. Hay que echar una mano en todo lo que se pueda. A muchos enfermos les hace falta compañía porque, a veces, están muy solos», explicaba ayer Admiración García, durante la visita de las voluntarias al centro, donde recibieron una de las últimas clases de formación teórica y donde conocieron al personal del hospital, su funcionamiento y las tareas que desempeñarán. Dos veces por semana, los martes y los jueves, de cinco a siete y cuarto de la tarde, las acompañantes desarrollarán diferentes actividades con los pacientes. Leerán para ellos, conversarán, los acompañarán a dar pequeños paseos, los ayudarán a comer o a moverse si fuese necesario. Los destinatarios del programa serán principalmente las personas mayores de 60 años que vivan solas y que carezcan de apoyos y vivan en residencias de mayores. «Simplemente es aportarles un poco de felicidad y ayuda. Ya sólo acompañándolos se les hace mucho bien», señalaba Consuelo López.

La captación de los pacientes que podrán beneficiarse de esta compañía correrá a cargo del propio personal del centro y de la valoración definitiva y de la programación de actividades se encargará Ana Cairoya, la trabajadora social del Hospital de Jarrio. Además, el programa consta de una comisión de seguimiento de carácter mensual y de una comisión de evaluación de carácter trimestral, que se encargarán de valorar los resultados del proyecto.

Estas tres mujeres han dado un primer paso que desde el hospital desean que marque el inicio para asentar en el tiempo un proyecto solidario que inyectará vida e ilusión a los más necesitados.