Me parece una desidia municipal que no se pinten los pasos de peatones que venían funcionando con regularidad. Es verdad que fueron borrados como consecuencia de las obras de saneamiento, pero ello no es obstáculo para que vuelvan a cumplir su misión con ciertas garantías. Cruzar las calles por los sitios tradicionales es una doble trampa, porque a mitad de calle uno puede verse desprotegido por los que viajan en dirección a Oviedo, que no se ven obligados a ceder el paso, con lo cual uno puede verse aprisionado en mitad de la carretera entre dos fuegos, los que circulan a Galicia y los que llevan dirección Oviedo. Debía mostrarse el Ayuntamiento más sensible hacia estas situaciones, ya que debe comprender que Navia es residencia de jubilados, y que cada vez más personas caminan con bastón, careciendo, por consiguiente, de los reflejos necesarios para poder reaccionar con prontitud ante una situación no querida.