Ribadeo, T. CASCUDO

La empresa Galigrain ha conseguido desatar una de las mayores polémicas entre Asturias y Galicia a cuenta de la ría de Eo. Su propuesta para construir una nave semiflotante de carga y descarga en el muelle ribadense de Mirasol está provocando un tira y afloja entre las administraciones del Principado y la Xunta, especialmente desde que la semana pasada la titular de Medio Ambiente de Asturias, Belén Fernández, asegurase que la Xunta había renunciado a construir el muelle flotante, que ha generado múltiples rechazos a uno y otro lado del estuario.

El anuncio de la Consejera fue desmentido por el presidente de Puertos de Galicia, Jacinto Parga, quien aclaró que el proyecto sigue adelante. Es más, Parga aseguró que la Consejería gallega poco sabe del asunto, pues aún no se ha presentado el proyecto oficial, salvo que ninguno de los dos gobiernos se ha dignado a aclarar qué pasará con el polémico muelle flotante.

Desde la Consejería de Política Territorial de la Xunta explican que nada pueden precisar sobre el asunto, sólo que se trata del principio de un largo proyecto. Mañana finalizará el plazo de competencia -posibilidad de que otras empresas opten a ejecutar el proyecto- al que Puertos de Galicia sometió la iniciativa propuesta por Galigrain. Desde la Xunta descartan, por ahora, aclarar si hay o no más empresas interesadas en ejecutar la obra.

Los grupos de la oposición en el Principado muestran su estupefacción ante los sucedido. Desde el PP el diputado por el Occidente Marcial González califica la intervención de la consejera asturiana de «metedura de pata sin precedentes, pues la Xunta la ha desautorizado». Para González esto significa que «o bien la Consejera nos quiso engañar o no sabe seguir el procedimiento». En opinión del diputado de IU Francisco Javier García Valledor, la Consejera «se precipitó al hacer ese anuncio, quizá entendiendo que era una forma de quitarse de en medio esta cuestión».

El PP vuelve a poner en entredicho la eficacia y funcionalidad de las cumbres que reúnen a los gobiernos del Principado y la Xunta. Marcial González cree que «esto pone de manifiesto que las cumbres son papel mojado, ya que, cada vez que se celebra ese encuentro, aparece una polémica. Al principio era el tema de la lengua, después el nombre de la ría y ahora esta nave».

También IU es muy crítica con las cumbres y, según explica Valledor, en la última reunión «el Principado no tuvo valentía para plantear su oposición en este asunto». Por eso Valledor insta a la Administración asturiana a «no ceder toda la responsabilidad a lo que pueda hacer el Ayuntamiento de Ribadeo y haga valer su argumentación presentando las alegaciones oportunas».

Marcial González cree que el Principado «debe ponerse de acuerdo con la Xunta y, si por teléfono no son capaces, tienen que buscar otros medios para llegar a un acuerdo». Además, añade González, la Administración asturiana «ha de imponer lo que sea oportuno y establecer los mecanismos de autodefensa pertinentes». En este sentido, aclara el diputado, el Principado «podría plantear un conflicto de competencias y llevar el asunto al Tribunal Constitucional».

Y, entre tanto, el muelle del Eo parece salir a flote de nuevo.

La empresa Galigrain quiere construir una terminal cubierta de carga y descarga en el puerto comercial de Mirasol, en Ribadeo, al servicio de los intereses comerciales de la empresa papelera Ence.

Superficie

La estructura ocupará una superficie de 5.982 metros cuadrados, 3.700 en tierra y 2.200 sobre la ría del Eo. Ha trascendido que será similar a la que opera en el puerto pontevedrés de Marín, que tiene una altura de 27 metros.

Oposición

El proyecto sólo cuenta con el apoyo de Puertos de Galicia y aúna la oposición de los vecinos y los representantes políticos de Ribadeo, los ayuntamientos del Occidente asturiano y el Principado.