Ribadeo, T. CASCUDO

Al presidente del Principado de Asturias no le ha gustado que la Xunta haya ido por libre en el proyecto de la plataforma del Eo, y menos después de haber acordado en la última cumbre astur-galaica que todas aquellas actuaciones que afectasen al estuario fronterizo serían consensuadas entre ambos gobiernos. «No nos gusta que se haga esta instalación sin haber consultado ni dialogado previamente, para eso hemos convenido con la Xunta, y lo hemos plasmado en documentos, que cuando haya que tomar decisiones sobre la ría del Eo lo haríamos a través de un órgano de decisión conjunto en el que se dialoguen estos problemas, espero que se tenga en cuenta la opinión de todos los ayuntamientos afectados, tanto Ribadeo como los asturianos». El presidente del Principado también ha señalado que seguirá llamando a este espacio ría del Eo, aunque desde Galicia la llamen «como crean oportuno».

Después de las últimas declaraciones vertidas el jueves por la titular gallega de Política Territorial, María José Caride, pidiendo al Principado que se ocupe de su propio territorio, la respuesta del Ejecutivo regional no se hizo espera. La consejera de Medio Ambiente del Principado, Belén Fernández, volvió a intervenir ayer para reclamar «tranquilidad y sosiego» y aseguró que al Principado sólo le queda esperar a que la Xunta dé respuesta a la carta emitida desde Medio Ambiente en la que se pide «la convocatoria inmediata de la Comisión Temporal de Coordinación Institucional de ambos gobiernos», en vistas de que no son capaces de ponerse de acuerdo sobre a quién compete tomar decisiones sobre los asuntos que afecten al estuario que ambos gobiernos comparten.

Fernández también quiso salir al paso de las declaraciones de Caride en las que la conselleira aseguró que este proyecto no acarrearía ningún tipo de efecto medioambiental sobre la ría del Eo. La titular de Medio Ambiente explicó a la Xunta que la ría es zona de especial protección para las aves, lugar de importancia comunitaria y humedal de importancia internacional, además de formar parte de una Reserva de la Biosfera. Puntualiza, además, que la propuesta de construcción de una terminal semiflotante es «precipitada», ya que «estamos ante un proyecto que hoy por hoy no tiene evaluación ambiental de ningún tipo». Por su parte, el alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez (BNG), sobre quien ha recaído toda la responsabilidad de este proyecto, aseguró ayer que «no es normal que la Xunta se lave las manos y que nos deje a nosotros toda la responsabilidad, pero seguiremos en contra de este proyecto y no lo permitiremos, con la cabeza siempre bien alta», explicó el regidor ribadense.

A pesar de la polvareda que se está levantando a los lados de la ría ante un proyecto que, salvo la Xunta, no ha hecho más que acumular detractores, la tramitación sigue adelante. Ayer Puertos de Galicia cerró el período de competencia en el que instaba a otras empresas a presentar otras ideas para la terminal.

Puertos de Galicia descarta ofrecer datos oficiales sobre si existen o no otras empresas interesadas y también evita dar información sobre cuál será el próximo trámite, aunque según parece, de no haber más propuestas, la Xunta pedirá a Galigrain que presente un proyecto oficial con su iniciativa, que tiene como último escollo superar la concesión de una licencia de obra por parte del Ayuntamiento de Ribadeo, que se opone a esta obra.