El muelle flotante, ni en pintura

Los residentes en ambas márgenes del estuario piden a la Xunta que frene la construcción de la nave en Mirasol

31·05·08 | 03:00

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El muelle flotante, ni en pintura tania cascudo

T. CASCUDO

Castropol / Ribadeo,

Los vecinos siguen de cerca la polémica desatada entre el Principado y la Xunta a cuenta de la propuesta para construir una terminal flotante en el puerto comercial de Mirasol, en Ribadeo. La mayoría de los consultados por LA NUEVA ESPAÑA no está de acuerdo con su construcción y tampoco ven con buenos ojos la «guerra» protagonizada entre los gobiernos asturiano y gallego a cuenta de la ría. «Pero si son los dos socialistas, ¿cómo no son capaces de ponerse de acuerdo?». Casildo López, marinero jubilado y vecino de Figueras, se refiere a los presidentes autonómicos Vicente Álvarez Areces y Emilio Pérez Touriño, quienes defienden una postura diferente sobre lo que se puede y no se puede hacer en el estuario.

López tiene claro que «lo que hacen en el lado gallego nos perjudica aquí, basta mirar el tesón de arena que se ha creado de nuestro lado. No puede ser que los gallegos se crean los amos de la ría porque es de todos». Su compañero de tertulia, Constante Castro, puntualiza que «Asturias tiene que defender la ría porque un día nos comerá el tesón de arena». Para estos dos jubilados no tiene razón de ser la postura de la Xunta que reprocha a Asturias que se ocupe de su lado de la ría y le niega toda posibilidad de alegar contra el proyecto. «Ambos gobiernos tienen que ponerse de acuerdo y evitar esa obra; la ría no tiene carácter industrial y esa nave no encaja», matiza Carlos Orlando.

La posible construcción de la terminal de carga y descarga, preocupa y es motivo de enfado de muchos vecinos, que piden «un poco más de atención a los problemas del Occidente». En la zona alta de Figueras, Antonieta Piñeiroa recrimina a los políticos su actitud: «Deberían dejar de pelearse e impedir que esto salga a adelante, porque será un desastre para todos».

Del lado de Ribadeo, la oposición vecinal no es menos fuerte que en la orilla asturiana. Así lo pone de manifiesto Rosario Díaz, quien se muestra en desacuerdo con el proyecto que la empresa Galigrain propone para el puerto ribadense: «Me opongo a cualquier cosa que afecte a la ría del Eo; es de todos y debemos cuidarla, que bastante fastidiada está ya». En este sentido, Antonio José Seco, patrón de pesca ribadense, apunta que «el daño que se ha hecho a la ría es incalculable. Se la están cargando, el fondo está lleno de fango y apenas hay algas y sin ellas nos quedaremos sin peces». Este experto marinero asegura que «este asunto requiere la intervención del Gobierno central para defender los intereses de la ría».

A los vecinos no les gusta la actitud de los políticos al frente de los gobiernos regionales porque, matiza Ángel Álvarez, vecino de Ribadeo y natural de Figueras, «deberían ponerse de acuerdo y dejar de marear la perdiz». No obstante, Álvarez era uno de los más positivos ayer a orillas del Eo: «Todos los alcaldes han dicho que se oponen, así que creo que no saldrá adelante. Les dimos el voto y ahora toca que lo hagan bien y respondan apoyando la decisión de los vecinos».

Álvarez estuvo presente en la protesta vecinal al director de Puertos de Galicia, Jacinto Parga, cuando visitó Ribadeo para presentar la propuesta de terminal, a la que dio su apoyo explícito. Para Álvarez, la nave «está fatal y no tiene sentido. Si se va el papel de Ence, ¿qué haremos con ella?, ¿convertirla en hotel?».

Aunque en Ribadeo la opinión mayoritaria es la de oposición al proyecto, algún que otro vecino pide a Asturias «que se meta en sus asuntos» y defiende la iniciativa como positiva para el crecimiento del puerto de Mirasol. Así las cosas, el proyecto está a punto de iniciar su tramitación oficial con el beneplácito de la Xunta.

«Todo lo que se hace en el lado gallego lo pagamos los asturianos»