Vegadeo, T. CASCUDO

Sillones de masajes para relajar el cuerpo, máquinas de bordar que trabajan solas, cuchillos inoxidables, saunas y aparatos de hidromasaje con la última tecnología, sartenes y ollas que nunca se pegan, limpiacristales mágicos, bolsas terapéuticas para lesiones musculares, peluches personalizados y hasta análisis grafológicos por 1, 50 euros. La feria de muestras de Vegadeo vuelve a ser un hervidero de propuestas, unas nuevas, otras que repiten, con el único fin de cautivar al comprador a pesar de la crisis que viven los bolsillos hoy en día.

«Las ferias no dejan de ser un escaparate y la gente viene predispuesta a ver novedades y a que la sorprendan», opina Ricardo Mas, quien se expone en la feria por primera vez. En su caso la distancia recorrida no ha sido importante pues es vecino asturiano, pero hay quienes vienen desde Madrid, Castilla y León o Barcelona a comerciar a la feria veigueña.

Los hay pesimistas como Rodolfo Díaz y Adrián Sánchez, vendedores de sillones de masaje. «La venta está muy mal, somos de Castilla y León y antes de estar aquí hemos estado en ferias de Sevilla y Madrid y estamos muy pelados». Dicen que antes las ferias eran positivas, pero «ahora hay demasiada competencia, sin ir más lejos en Vegadeo hay otros dos puestos que venden lo mismo que nosotros».

La mayor parte de los feriantes coinciden al decir que la crisis se nota, la gente mira y pregunta mucho, pero compra muy poco, cada vez menos. No por eso los vendedores ponen menos espíritu y ganas en su trabajo. Algunos hacen de su venta un arte y en sus explicaciones congregan a una multitud, aunque luego no quieran saber nada de abrir la cartera.

También hay quien ha elegido la feria veigueña para inaugurar su negocio. Es el caso de la empresa Eonova, afincada en Ribadeo. Uno de sus socios, Iván Rodríguez, explica: «Acabamos de empezar la actividad, pero como el motivo de la feria es el agua, creímos necesario estar aquí ya que nuestro negocio muestra opciones para el ahorro de agua a través de la energía solar».

Pero no sólo hay sitio para vender productos, también en la feria hay espacio para entidades como Unión Hotelera o concejos como Avilés o A Pontenova. Además, a la entrada del ferial hay una caseta dedicada a la reserva de la biosfera río Eo, Oscos y Terras de Burón. En él se ofrece al visitante la oportunidad de elegir su logo preferido para la reserva.