Luis FERNÁNDEZ

Oviedo,

Margarita Salas es, por Real Decreto, marquesa de Canero desde el pasado 11 de julio. El título nobiliario le ha sido entregado a la científica asturiana debido a su «entrega a la investigación científica sobre la biología molecular, realizada de forma intensa y rigurosa a lo largo de toda su vida profesional». El título de marquesa es hereditario, por lo que en el futuro pasará a sus sucesores. Además, Canero contará por primera vez con un marquesado, ya que este título es de nueva creación.

Margarita Salas, que se encontraba ayer en Madrid, se mostró «muy contenta» ante la noticia de su nombramiento como marquesa de Canero. Salas explicó emocionada que «es un gran honor para mí este nombramiento, ya que no me lo esperaba».

Los títulos nobiliarios son entregados por designación real, por lo que Margarita Salas aseguró sentirse «tremendamente agradecida al Rey, ya que es un nombramiento que me hace especial ilusión al tratarse de mi pueblo y todo lo que ello representa para mí».

Salas conoció la noticia por medio de una llamada del secretario de la Casa Real, «quien me comunicó que había sido nombrada marquesa de Canero y que ya había sido publicado el día anterior en el BOE un documento que por supuesto yo no había leído». En su opinión, «este tipo de reconocimientos no suelen darse a los científicos, por lo que lo relevante no es tanto mi nombre como que se reconozca la labor de toda la comunidad científica, eso es lo verdaderamente importante». Margarita Salas reconoció que «no sé exactamente lo que significa el reconocimiento ni que es lo que implica, pero estoy muy ilusionada porque además relaciona mi nombre con el de mi pueblo, Canero.»

Respecto a su próxima visita a Asturias, Margarita Salas aseguró que «todavía no tengo nada decidido. La semana que viene estaré en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander, pero más adelante todavía no tengo decidido que haré ni cuando volveré a Asturias».

Margarita Salas continúa trabajando, desde hace ya cuarenta años, «en los mecanismos de duplicación del material genético», un proyecto que ya ha dado sus frutos, «puesto que se ha desarrollado en aplicaciones sanitarias, como pueden ser en lo relativo al virus de la poliomielitis o incluso de la hepatitis C».