Cudillero, E. PELÁEZ

El faro de Cudillero volverá a recibir visitas en menos de un mes. Las obras de construcción del acceso, que resultó afectado por el fuerte oleaje, concluirán antes de las fiestas de la villa pixueta, cuya jornada central se celebra el 29 de junio, día de San Pedro. Se cumplirán entonces dos años y tres meses desde que el camino que conduce al faro y que tiene como punto de salida el puerto viejo fue cerrado a los peatones.

El fuerte temporal, que motivó que la práctica totalidad de las plazas de estacionamiento del puerto viejo quedasen inutilizadas al llegar hasta allí el agua del mar, afectó también a la estructura del paseo del faro. Técnicos municipales procedieron al análisis de la roca sobre la que se sustentaba el acceso y decidieron prohibir el paso.

Los daños afectaban también al proyecto de utilización del faro con fines turísticos. Es un proyecto de las Villas Marineras, el club de municipios de excelencia turística de la España Verde, que engloba a varios faros de las comunidades autónomas del Cantábrico integradas en este colectivo. En Cudillero serán dos los faros en los que se actuará, el de la villa pixueta y el de Oviñana. En este primero, para el que el Ayuntamiento tiene ya la concesión, se instalará un aula didáctica para los niños centrada en la historia de los faros.

Los desperfectos en el acceso al edificio, primero, y las dificultades con las que se encontró el Consistorio a la hora de lograr el compromiso económico para desarrollar la obra retrasaron la puesta en marcha de este proyecto. El alcalde, Francisco González Méndez, reclamó a la Autoridad Portuaria de Avilés, a Puertos del Estado y a la secretaría de Estado de Puertos la reparación. Hace un año representantes de la Autoridad Portuaria de Avilés y del Consistorio firmaron un convenio para la ejecución de los trabajos, con la inversión de 500.000 euros. Poco después comenzaron los trabajos.