Oviedo, Javier CUARTAS

El grupo empresarial minero canadiense Orvana acaba de comunicar el control pleno de la empresa Kinbauri Gold Corporation, con lo que Orvana pasa a ser la compañía propietaria de los yacimientos auríferos asturianos de Boinás-El Valle, Carlés y otros, todos ellos situados en Salas y Belmonte de Miranda, y que actualmente están inactivos. Kinbauri, que ahora pasará a operar como una filial de Orvana, había adquirido en 2007 estas concesiones a Río Narcea Gold Mines, con el propósito de reemprender su explotación en 2010, según la última fecha difundida. Kinbauri también adquirió entonces a Río Narcea el yacimiento gallego de Corcoesto, en Cabana de Bergantiños, aunque el proyecto estrella de este grupo minero en España es el de El Valle, con una producción esperada de 145.000 onzas de oro al año y unas reservas estimadas de unos dos millones de onzas.

Orvana Minerals Inc. ha anunciado que su subsidiaria al 100% Orvana Minerals Acquisition Corporation se ha hecho con la totalidad de las acciones de Kinbauri Gold Corp. que aún no controlaba tras la opa hostil que la primera lanzó sobre la empresa propietaria de las minas de oro de Asturias.

La oferta pública de adquisición hostil que Orvana realizó sobre Kinbauri le dio el dominio sobre el 95% del capital, que posteriormente ha completado. Orvana ha anunciado la posibilidad de proceder a una fusión por absorción de Kinbauri por Orvana Minerals Acquisition. Orvana pagó 0,75 dólares por acción de Kinbauri y procederá a excluir de bolsa a su nueva filial.

Orvana es un grupo minero canadiense especializado en explotaciones de minas subterráneas, que es el tipo de explotación que Kinbauri pretendía llevar a cabo en sus yacimientos asturianos, una vez que la posibilidad de extracción a cielo abierto se dio por agotada tras once años de explotaciçon por la compañía Río Narcea Gold Mines.

Kinbauri, tras hacerse en 2007 con la propiedad de las concesiones de Río Narcea Gold Mines en Belmonte y Salas, había anunciado la reanudación de los trabajos preparartorios a principios de 2009 para emprender el arranque de mineral en 2010. Kinbauri tenía previsto ocupar en esas minas a 250 trabajores e invertir 55 millones anuales para la puesta en marcha, profundización y accesos a nuevas áreas de explotación. La estimación de Kinbauri era obtener 145.000 onzas de oro al año (una onza equivale a 31,1 gramos) con una vida estimada de de diez años adicionales para sus explotaciones del cinturón aurífero del Narcea.

A la espera de que Orvana desvele sus planes, todo apunta a que los yacimientos asturianos (los más importantes de que dispone Kinbauri en España) son uno de los objetivos del nuevo propietario para rentabilizar la inversión que acaba de realizar y más cuando el oro vuelve a cotizar al alza. Ya en agosto, Kinbauri había anunciado que su consejo, tras rechazar la opa, había optado por comprometerse «a trabajar junto con Orvana para facilitar una transición ordenada del negocio de Kinbauri».

Vern Rampton, presidente y consejero delegado de Kinbauri, comentó tras la aceptación de la opa por los inversores: «Nuestros accionistas han hablado, y ahora, en el mejor interés del proyecto de El Valle-Carles y de nuestros empleados en España, el objetivo es seguir adelante rápidamente con esta transacción».