Luarca,

Ana M. SERRANO

«Es la primera vez que veo al Alcalde». La de ayer fue una jornada feliz para Marcelina Fernández Menéndez, de Arcallana, y una de las homenajeadas del Ayuntamiento de Valdés por ser «centenaria» del concejo. A punto de cumplir 100 años (lo hará el próximo 26 de noviembre) llegó temprano al polideportivo Pedro Llera Losada, invitada por la Concejalía de Asuntos Sociales, para recibir la medalla de Valdés y los aplausos de los mayores de 60 años del concejo. Ella, junto a María Luisa Pérez, de 101 años y de Querúas, fueron las que esta vez ocuparon la mesa presidencial del encuentro de mayores del municipio, acompañadas de autoridades y del alcalde, Juan Fernández Pereiro, que tanto buscaba entre la gente Marcelina Fernández. «Estoy muy orgullosa de ser valdesana, pero como casi no salgo de Arcallana, no conozco a la gente, ni a alcalde ni a concejales», confesaba al lado de su hija.

La «fiesta» de los mayores de Valdés empezó pasadas la una y media de tarde y este año cumplió su cuarta edición. El encuentro se ha convertido en un día «sagrado» para muchos de los que ayer ocuparon las mesas dispuestas en el polideportivo municipal. Es «un homenaje a la larga vida de Valdés», en palabras de Fernández Pereiro, y también una jornada divertida en la que no falta la música, y las actividades de ocio.

Antes de la comida, cantó el coro del centro de mayores de Luarca y después del almuerzo, el turno fue para el grupo de sevillanas Norte-Sur; además, hubo rifa. Este año hubo otras novedades. El Ayuntamiento entregó un diploma a aquellos valdesanos que ya han cumplido los 90 y también a los voluntarios que se encargan de atender a los mayores. Ante casi 600 personas recogieron su mención y degustaron una comida que cada edición congrega a más gente.

Y como anfitrionas, Marcelina y María Luisa celebraron con palabras e incluso consejos el esperado encuentro. La primera, que ha pasado toda su vida en Arcallana, recetó a todos «caminar mucho, por la mañana y por la tarde», para mantenerse en forma; y María Luisa, que ya lleva cuarenta años viviendo en Querúas, dio las gracias a sus compañeros de mesa por los aplausos. Ambas confesaron sentirse sorprendidas por el homenaje por el éxito de asistencia.