Cerredo (Degaña),

Pepe RODRÍGUEZ

Gerardo Fernández Rubio, minero cangués de 34 años, falleció ayer al derrumbarse la chimenea donde trabajaba en la mina de Degaña. El accidente tuvo lugar en torno a las doce y media del mediodía y al cierre de esta edición los compañeros del fallecido aún no habían conseguido rescatar su cuerpo, perdido bajo una montaña de carbón y escombros, pese a trabajar sin descanso durante toda la tarde y parte de la noche y sacar de la mina hasta cuatrocientas vagonetas llenas de material. En el momento del derrumbe, Fernández Rubio, padre de un niño de 4 años y natural de la localidad de San Romano de Arbás, en el concejo de Cangas del Narcea, se encontraba trabajando en compañía de otros tres mineros en una capa conocida por su riesgo como «La inesperada» y situada a unos ochocientos metros de la entrada de la mina, propiedad de la empresa Coto Minero Cantábrico, del industrial leonés Victorino Alonso.

Los primeros intentos de los compañeros por acercarse al lugar en el que se encontraba el cuerpo resultaron vanos. Llegaron a aproximarse mucho a la zona, pero la chimenea seguía vertiendo carbón y escombros, una circunstancia que siguió haciendo extremadamente peligrosas las labores de rescate a lo largo de toda la tarde. A las órdenes de los ingenieros de la mina, los mineros trabajaron extrayendo material en turnos de búsqueda de más de tres horas con entre seis y diez personas en cada uno de ellos. El último de ayer accedió a la explotación en torno a las nueve y media de la noche y estaba prevenido ya el siguiente, que debía entrar a la una y media de esta madrugada.

Gerardo Fernández Rubio llevaba quince días trabajando en el Plano Inclinado de Cerredo, una mina a la que había sido trasladado desde la explotación canguesa conocida como El Patatero, también propiedad de Victorino Alonso. En Cerredo prestan servicios unos 400 trabajadores y es habitual este trasvase de personal desde Cangas.

La empresa Coto Minero Cantábrico fue el resultado de la fusión de la Minero Siderúrgica de Ponferrada con Hullas del Coto Cortés y contaba a 1 de enero de 2009 con una plantilla de 719 trabajadores repartidos entre sus cuatro centros de trabajo en Asturias y León.