Mon (San Martín de Oscos),

T. CASCUDO

El Principado ha iniciado los trámites para adquirir el palacio de Mon, en San Martín de Oscos. Así lo ha afirmado el alcalde, José Antonio Martínez Rodil, quien mostró su satisfacción por que el Gobierno regional haya decidido hacerse cargo de este inmueble. La decisión del Principado se tomó tras no fructificar el intento de adquisición por parte de la Fundación Cristina Masaveu.

Según el Alcalde de San Martín, el Gobierno regional presentó el trámite pertinente en tiempo y forma ante el juzgado de Castropol, donde en el mes de mayo se subastó esta joya arquitectónica. Al tratarse de un inmueble catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), la administración gozaba de un derecho de adquisición preferente que le permite hacerse con el edificio por el mismo precio en el que se subastó.

Uno de los herederos del palacio, Eliseo Pérez Bravo, fue quien compró el palacio por un importe de 374.000 euros, la misma cantidad que ahora deberá abonarle el Principado. No obstante, la difícil situación económica actual podría demorar el pago, según fuentes cercanas al proceso.

El Alcalde se muestra contento con la decisión del Principado pese a que tampoco veía con malos ojos la compra por parte de la Fundación Cristina Masaveu. «Desde el Ayuntamiento defendemos el desarrollo de cualquier actividad en el palacio, pero por encima de todo la recuperación y mantenimiento del edificio», apuntó Martínez Rodil.

San Martín ve en el acondicionamiento de Mon y en la posibilidad de realizar visitas guiadas o aprovechar turísticamente sus instalaciones, un empuje para el sector en el concejo. «Podría convertirse en el gran referente turístico, además de cambiar por completo el pueblo», apunta el regidor. No obstante, habla con cautela, consciente de los malos tiempos económicos y de que cualquier proyecto tardará aún un tiempo en fructificar.

El palacio, cuya parte mas antigua data del siglo XVI, presenta un avanzado estado de deterioro. Su fachada más noble está, en parte, devorada por la maleza y presenta muy mal aspecto; y la parte trasera - la más abandonada- está prácticamente derruida.

Por eso urge llevar a cabo cualquier operación de mejora. La última fue hace unos años y sirvió para reparar parte del tejado. Otro problema sin resolver es el futuro del inquilino, miembro de la familia Pérez Bravo, que reside actualmente en el palacio. El hombre vive solo y se mantiene al margen de este proceso de compraventa.