Castropol, T. CASCUDO

El territorio del Navia-Eo asiste con cierto hartazgo a la enésima ofensiva gallega para convertir el territorio más occidental de Asturias en zona de gallego parlantes. El último ataque procede del recién elegido presidente de la Real Academia Galega, el escritor Xosé Luís Méndez Ferrín, quien en su primera intervención ha reclamado la oficialidad del gallego para la zona eonaviega, y del asturiano para el resto del Principado. Tras escuchar sus declaraciones, representantes políticos, escritores y filólogos han recordado al académico que su petición no tiene legitimidad alguna.

La directora general de Política Lingüística del Principado, Consuelo Vega, asegura que «el Gobierno asturiano reconoce la especifidad del gallego-asturiano, la fala como se denomina popularmente, como una realidad lingüística diferente del asturiano». Y añade: «Este reconocimiento es jurídico y se traslada a los ámbitos administrativos, educativos o culturales».

Dice Vega que el Principado «reconoce y apoya el carácter propio y específico del gallego-asturiano y no intenta en modo alguno conceptuarlo de asturiano ni de asturianizarlo». Además, precisa que «es una manifestación cultural y lingüística asturiana en el sentido histórico y social del término», en alusión a la crítica de Ferrín quien denunció la intención de «asturianizar el gallego de Asturias». Finalmente, Vega zanja la cuestión sobre la oficialidad de las lenguas de Asturias diciendo a Ferrín que su petición «es tan respetable como la de cualquier otro ciudadano pero no tiene legitimidad ya que el territorio asturiano sólo compete a los asturianos».

Más críticos se mostraron desde Izquierda Unida, al instar a Ferrín a «solucionar los problemas del gallego dentro de sus fronteras oficiales», a propósito del plan del gallego que está sacando adelante el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo. Fuentes de la Dirección de IU, socio de gobierno del PSOE, aseguraron que «hasta hace poco la política lingüística gallega era la envidia de los asturianos».

No obstante, añaden que «de continuar la política de Feijoo, Ferrín tendrá problemas más graves de los que ocuparse que del Occidente de Asturias». IU lanzó también una invitación al Principado para que desde la Consejería de Cultura «se refuercen las políticas de defensa del gallego-asturiano y el asturiano, y más en una zona como la del Occidente que se siente olvidada, cuando no atacada».

La Academia de la Llingua Asturiana también ha salido al paso de las declaraciones de Ferrín quien hizo pública su intención de consensuar con ella una normativa del denominado gallego de Asturias. La presidenta, Ana Cano, lamentó ayer las palabras del escritor y le recordó que las competencias en política lingüística son del Gobierno asturiano: «La Academia nunca renunciará a la asturianidad de todos los concejos de Asturias y está en contra de que se intente galleguizar al Occidente».

Cano aprovechó la ocasión para recordar que el problema de fondo no es lo que opine la academia gallega, sino la política del Principado: «Si el asturiano y el gallego-asturiano fueran lenguas oficiales no pasaría esto». Para la presidenta de la Academia, «la única manera de frenar estas injerencias es la oficialidad de ambas lenguas».

La declaración de Ferrín.

- «La Academia trata de asturianizar el gallego de Asturias pero es inútil».

- «Me da rabia que el asturleonés sea cooficial en Miranda do Douro y reconocido y el asturiano no lo sea en Asturias plenamente».

- «El asturiano ha de ser oficial en Asturias y el gallego también en el Occidente de Asturias».