Vegadeo,

Para José Antonio Fernández Vior enseñar es un placer. Y a eso ha dedicado toda su vida profesional como profesor desde 1978. Veigueño de nacimiento, de 57 años, este filólogo y catedrático es el miembro de la Academia de la Llingua por la comarca Navia-Eo desde hace cinco años La última polémica -la Academia Galega propone que el gallego sea oficial entre el Navia y el Eo- no le ha sentado bien. La respuesta a las injerencias gallegas, según Fernández Vior, es la normalización del asturiano y de la fala.

-¿Por qué los filólogos, como expertos en la materia, no se ponen de acuerdo con respecto al idioma que se habla en el territorio Navia-Eo?

-El acuerdo en la descripción de los hechos lingüísticos es total. Las diferencias pueden estar en el etiquetado y en las actuaciones que se consideren necesarias. Y esto es así porque los argumentos que se esgrimen , y también los intereses, a favor de una u otra postura son variados. A veces se echa mano de criterios de autoridad como si esos fuesen válidos a perpetuidad, como si los estudios posteriores que se han hecho, y que no se discuten, no sirvieran para nada.

-¿El futuro de Asturias y Galicia, en términos lingüísticos, es la confrontación?

-Esta polémica la podríamos calificar de estacional, siempre surge alrededor de estas fechas.

-¿Cuál es la explicación de un filólogo para este polémica que, estacional o no, tanto perdura?

-En las bases teóricas todo el mundo está de acuerdo, las discrepancias aparecen en los programas de actuación. Estamos en una zona de transición entre dos sistemas lingüísticos claramente diferenciados. En ellas se cruzan fenómenos coincidentes con el gallego con otros emparentados con el asturiano.

-¿Qué solución propone?

-Se pueden dejar las cosas como están, que sería la mejor manera de que el gallego-asturiano fuese desapareciendo, absorbido, no por el gallego, sino por el castellano; o por el contrario, intentar mantenerlo proponiendo su normalización. Y unos quieren normalizar el gallego; y otros, el gallego-asturiano. La normalización es más que un fenómeno puramente lingüístico. En una normativización todos pierden algo de lo propio en favor de una unidad que sienten como tal, y yo me pregunto, ¿por qué vamos a perder nosotros lo propio en favor de un sentimiento gallego que no tenemos?

-¿Aplica el Principado su política lingüística?

-Adopta una postura bastante timorata, tanto respecto al gallego-asturiano como al asturiano. La ley de uso y protección del asturiano le confiere una posibilidad de actuación mucho mayor que la que ejerce, que a veces se reduce a simples subvenciones. La política lingüística es más que eso.

-¿Por qué tanta injerencia desde Galicia?

-Creo que la Xunta como institución no se ha pronunciado, entre otras razones, porque sabe que no es de su competencia. Ha habido eso sí, más con unos gobiernos que con otros, personas con cierta relevancia política que han hecho declaraciones no del todo afortunadas, bien porque estuviesen hechas a bote pronto, bien porque determinadas circunstancias extralingüísticas se lo requiriesen.

-¿Llegará algún día el entendimiento?

-El Principado a quien se debe es a sus gentes y mientras legisle respetando sus derechos habrá cumplido con su misión, y pienso que deberá hacerlo sin complejos y sin mirar a quienes de fuera molesta y a quienes no, al tomar decisiones propias de su exclusiva competencia.

-¿No se necesita entonces más diálogo?

-El Gobierno de Asturias no tiene por qué buscar un encuentro lingüístico con la Xunta para arreglar nuestra casa; tampoco ellos nos los piden para componer la suya.

-¿Fala o gallego-asturiano?

-En realidad la palabra fala es demasiado genérica, por ello no identifica ni define una realidad lingüística concreta. La denominación de gallego-asturiano, acuñada por Dámaso Alonso para referirse a lo que se hablaba en estas tierras, aunque hecha desde presupuestos lingüísticos, es la que tiene un mayor éxito. Es preferible a la de fala por lo que conlleva de definición, pero tampoco serían descabelladas otras como eo-naviego, en clara referencia al territorio.

«La denominación de gallego-asturiano, acuñada por Dámaso Alonso, es preferible a la de fala, pero tampoco serían descabelladas otras como eonaviego, con claras referencias territoriales»

Perfil.

Juan Antonio Fernández Vior (A Veiga, 1952) practica golf y si tiene que elegir un lugar del Occidente asturiano, se queda con la ría del Eo. Suela salir a pescar por el estuario que tantos recuerdos de infancia le trae y que tantos buenos momentos le ha dado. Este veigueño es también amante del vino. Asiste a charlas y catas: «E incluso tengo una pequeña vinoteca. Libros y vino hacen un buen maridaje».

Prefiere recomendar literatos más que obras. Es un gran lector y se queda con «El hereje», de Miguel Delibes, y «Cien años de soledad», de Gabriel García Márquez. Dos lecturas para él obligadas. Su vida profesional, como profesor de instituto, le ha llevado a Mieres, Cacabelos (León), Tapia de Casariego y Gijón, donde reside desde 1996.