Ribadeo,

T. CASCUDO

Portos de Galicia anunció ayer que antes de que termine este mes la dirección de Ence tendrá sobre la mesa la nueva propuesta para que siga concentrando sus tráficos de pasta de papel en el puerto lucense de Ribadeo. Es la última información procedente del gobierno de la Xunta después de que el pasado viernes el presidente de Portos, José Manuel Álvarez-Campana, anunciara una posible reducción de tasas que Ence, aseguró, «no podrá rechazar».

Fuentes del servicio de Portos de Galicia explicaron que en estos momentos los técnicos están redactando el documento, pese a que no han querido desvelar los pormenores del mismo, ni concretar en qué consistirá la oferta económica. No obstante, desde la factoría naviega ya afirmaron estos días que, aunque no habían recibido oferta alguna, sí que estarían abiertos a estudiar la propuesta que se les plantee desde el puerto que ahora concentra la mayoría de sus tráficos. Ahora se sabe que recibirán dicha propuesta en menos de veinte días, que es lo que queda para que finalice este mes de febrero.

A falta de conocer los detalles de la propuesta, sí que se conocen los datos ofrecidos por el alcalde de Ribadeo, el nacionalista Fernando Suárez. Éste aseguró que la oferta permitirá al puerto ribadense de Mirasol «seguir siendo el mejor desde el punto de vista económico para que la pasta de papel siga saliendo por aquí».

El documento que actualmente se redacta en las instalaciones de Portos de Galicia, dependiente del gobierno de la Xunta que dirige Alberto Núñez Feijoo, constituye la segunda tentativa para retener la producción de celulosa de Ence. Para Ribadeo disponer de estos tráficos es tanto como seguir manteniendo la rentabilidad del puerto de Mirasol, no en vano la carga de la papelera se lleva más del 60 por ciento de su actividad.

Cuando Ence puso en marcha su proceso de ampliación notificó la necesidad de disponer de un espacio cubierto para poder hacer las cargas de material en condiciones de seguridad para la celulosa, pues es muy delicada. Fue entonces cuando Portos de Galicia puso en marcha su «plan A». Es decir, el polémico proyecto para construir una nave semiflotante de carga y descarga, que permitiera la manipulación de material a expensas del tiempo.

Ese primer plan fracasó por la oposición vecinal y la de los alcaldes de la comarca, que consideraron que la nave perjudicaría a la ría del Eo, y por eso ahora Portos lanza su última intentona para que Ence no sucumba a la oferta asturiana para sacar por tren la mercancía hasta el puerto gijonés de El Musel. Ahora es Ence quien tiene la última palabra.