Salas, Lorena VALDÉS

Una luz de esperanza se vislumbra al final de un túnel marcado por los retrasos y contratiempos. La Autovía del Suroccidente, entre Oviedo y La Espina, vencerá en dos meses la frontera de Grado. El tramo Grado-Doriga estará terminado, según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA, el próximo mes de abril. Por otro lado, en estos días se reanudarán las obras en la primera calzada de Salas- La Espina, a la altura de Porciles. Según el Ministerio de Fomento, los trabajos se centrarán en apuntalar la ladera e introducir escolleras para evitar nuevos desprendimientos y demoras. En los tramos restantes, las obras van a ralentí y sin plazos concretos.

En Doriga, al término del primer tramo en obras, se encuentra uno de los puntos negros de Grado-La Espina. Los trabajos se centran en la construcción del nuevo enlace con el corredor del Narcea, entre las localidades Marcel y Casas del Puente. Un desprendimiento de tierra frenó a finales del año pasado la construcción de la salida de la autovía y su enlace con el corredor del Narcea previsto inicialmente, bajo el viaducto que unirá Doriga con la salida de Cornellana.

La inauguración del tramo ha sufrido cuatro retrasos. La primera fecha de apertura fue julio de 2008, la segunda octubre de 2009. El imprevisto del argayo hizo imposible inaugurar el trazado en esa fecha. Delegación de Gobierno marcó entonces una nueva fecha para su inauguración en Semana Santa y, en enero, Trevín la demoró de nuevo al primer semestre del año. Los operarios trabajan ahora en una nueva conexión de 750 metros ubicada a 200 metros de la primera. Este el único escollo pendiente para poder inaugurar en abril el tramo Grado-Doriga de 4 kilómetros, adjudicado en mayo de 2006, que está prácticamente finalizado a falta de la última capa de rodadura, la pintura y algún que otro retoque. Desde Fomento se destaca que este nuevo emplazamiento del acceso tiene una ubicación privilegiada sobre todo para la comunicación con Belmonte y Cangas del Narcea». Siempre se ha insistido en que «es preferible que cuando se inaugure esté en perfectas condiciones que no abrirlo y después que haya contratiempos».

En Porciles está otro de los puntos críticos del trazado de la autovía del Suroccidente. Los vecinos de esta localidad, ubicada al lado de La Espina, contemplan la autovía con una mirada crítica. Los continuos desprendimientos de tierra de la ladera contigua al trazado Salas-Las Espina exigieron un modificado a finales 2009 y provocaron un nuevo retraso en este tramo de 12 kilómetros cuya apertura estaba prevista inicialmente para diciembre de 2008. Se dieron dos plazos posteriormente, primavera de 2009 y finales de ese mismo año.

Hace un par de semanas, los operarios retomaron los trabajos en la primera calzada tras cuatro meses de parón, pero la pasada semana tuvieron que interrumpirlos de nuevo a causa de la nieve. Desde el Fomento se apuntó que «en cuanto mejore el tiempo, se reanudará la obra». De momento, una raya amarilla continua en la carretera nacional separa Salas de La Espina.

A finales de enero, el Delegado del Gobierno anunció que el tramo Salas-La Espina, uno de los de más complejidad del trazado del vial -la ejecución de la primera calzada ha requerido la construcción de un total de 7 puentes- estaría en funcionamiento a lo largo del segundo semestre de este año. Los vecinos después de cinco aplazamientos se muestran escépticos. «Dicen que sí, que la terminan, pero habrá que verlo. Yo, a mis años, ya no sé si me tocará», comenta con resignación Esther García.

Josefa Miranda no se cree que con la autovía, el trayecto que separa La Espina de Salas se cubra sólo siete minutos. «A ver como paran esa ladera que se viene abajo», advierte la mujer mientras mira una obra que parece estancada en el tiempo.

En el tramo Cornellana-Salas, de 6 kilómetros, los trabajos marchan según Fomento «a un ritmo normal, a su tiempo». Las obras arrancaron en marzo de 2007 y la fecha establecida por el Ministerio para la inauguración de este trayecto apunta al cuarto trimestre de este año. El año pasado por estas mismas fechas el Gobierno cifraba en un seis por ciento el índice de ejecución de este tramo, el más atrasado junto al de Doriga-Cornellana, doce meses después prefieren no dar cifras.

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