Tapia de Casariego, A. M. S.

Los vecinos de Tapia de Casariego no están del todo satisfechos con las últimas declaraciones de la Consejería de Medio Ambiente en las que se compromete a estudiar la inclusión de los lagos de Silva como espacio protegido en la próxima revisión del plan regional de recursos naturales (PORNA). Esta vez, es la asociación Ameicer la que insiste en pedir medidas para evitar que las ofertas empresariales para explotar la riqueza aurífera de la zona se materialicen: «Exigimos que pasen de las palabras a los hechos y blinden de una vez por todas el entorno cultural y natural de los lagos de Silva ahora que aún se está a tiempo».

El colectivo considera que el Principado tiene «herramientas» para dar carpetazo definitivo a la protección de los lagos de Silva, «pero lo que hace falta es una sincera voluntad política».

Pero Ameicer no sólo centra las críticas en el Principado. La asociación también critica al Ayuntamiento tapiego: «Creemos que se pueden hacer más cosas y tomar más iniciativas». Y ponen un ejemplo: «Podrían incluir el entorno de los lagos de Salave como una ruta del Parque Histórico del Navia y ordenar que, en el nuevo PGOU del municipio, quedaran excluidos ciertos usos del suelo en la zona que impidieran claramente la minería extractiva en cualquiera de sus variantes».

Los vecinos recelan de las intenciones de las administraciones local y regional, que, a su juicio, han tenido el tiempo suficiente para proteger el entorno y evitar especulaciones empresariales. Inciden en los 20 millones de euros que ha pagado la compañía que ha adquirido recientemente los derechos de explotación a la anterior propietaria.

El próximo lunes, el debate sobre la protección de los lagos de Silva estará en la Comisión de Medio Ambiente. El Principado tendrá que explicar en qué punto se encuentra la tramitación administrativa para proteger la zona, después de año y medio de espera por parte de los vecinos.