Vegadeo,

T. CASCUDO

«¿Qué es lo que la motiva a seguir trabajando con las mismas ganas que al principio?» Fue la pregunta que ayer formuló una estudiante del Instituto Elisa y Luis Villamil de Vegadeo a la científica valdesana Margarita Salas. La respuesta no podía ser otra, ya que la investigación apasiona a esta asturiana universal: «Me gusta. Tanto que creo que si me quitaran la investigación me moriría. No podría vivir sin ir todos los días al laboratorio».

La discípula de Severo Ochoa fue la encargada de abrir la primera de las conferencias del II Foro Comunicación y Escuela que se acaba de poner en marcha en el centro educativo veigueño. Durante su intervención, Salas explicó a más de un centenar de alumnos los secretos de la biología molecular y la importancia del genoma humano. Su conferencia se tituló «De la biología molecular a la biomedicina».

El encargado de glosar la figura de la científica fue el vicerrector de investigación de la Universidad de Oviedo, Santiago García, quien valoró el papel de Salas por divulgar la ciencia y por reivindicar el papel de la mujer en la investigación. «Su perfil es el de una científica comprometida con la sociedad. Prácticamente todos los manifiestos que piden más inversión en investigación llevan su firma», precisó.

Precisamente sobre esta cuestión de la inversión habló Salas, respondiendo a los alumnos veigueños que querían saber cómo está la investigación científica en España. «Está bien en calidad y mal en cantidad porque somos pocos los que investigamos», dijo la valdesana. Y añadió: «Además, falta presupuesto para la investigación. En 2008 la media de inversión que España dedicó a la investigación supuso el 1,35 por ciento del Producto Interior Bruto, mientras que la media europea es del 1,87 por ciento».

Salas aseguró que España está «muy por debajo de la media» en inversión científica, lo que hace «que la gente joven lo tenga más difícil». No obstante, la valdesana se mostró optimista y esperanzada, ya que ve la situación actual como una transición entre la economía del ladrillo y la economía del conocimiento: «Vamos a ver si se pone dinero para que la economía del conocimiento prospere».

La científica también animó a los alumnos a adentrarse en el mundo de la investigación científica para la que no hacen falta, dijo, «cualidades especiales». Salas les explicó que sólo se requiere entusiasmo, dedicación, tenacidad y, sobre todo, trabajar mucho: «La suerte puede llegar pero sin trabajo no existe, tienes que estar trabajando para que te llegue».

Ya en clave científica, la valdesana repasó la historia del desciframiento del código genético y su futura repercusión en la medicina. «Para hacer realidad la promesa del genoma humnao todavía se va a requerir mucho tiempo e investigación, pero el trabajo tendrá profundas consecuencias para la medicina y facilitará el diagnóstico». Salas dijo además que la gran clave en materia de investigación, en lo que al siglo XXI se refiere, es conocer cómo funciona el cerebro y cómo se producen pensamientos, recuerdos y palabras. Las de Margarita permanecerán por mucho tiempo en las mentes de los estudiantes veigueños.