Castropol, A. M. SERRANO

Castropol ya tiene su propio recordatorio de la Biblioteca Popular Circulante (BPC), una actividad que se inició a principios del pasado siglo y que acercó la cultura a las zonas rurales. Familiares de quienes, entre 1921 y 1936, impulsaron esta iniciativa, acompañados por el alcalde de Castropol, José Ángel Pérez, y por la directora de Política Lingüística, Consuelo Vega, descubrieron ayer una placa en la plaza del Ayuntamiento, que rinde homenaje a los responsables de la BPC.

La placa, que evoca el logo que identificaba a la biblioteca, se encuentra cerca del primer local social que tuvo esta agrupación, pionera en su época y que finalizó su actividad al ser disuelta por los partidarios del régimen franquista.

Los actos celebrados ayer en Castropol en memoria de esta iniciativa cultural que acercó libros y cine a los habitantes del Occidente al margen de la ubicación de sus localidades también comprendieron la presentación de un libro sobre el teatro aldeano, impulsado igualmente por la biblioteca, que reúne algunas obras inéditas escritas en gallego asturiano. Su autor es el tapiego Xosé Miguel Suárez.