La Caridad (El Franco),

A. M. SERRANO

Suso Trabadelo aprendió la profesión de ebanista a los 15 años. Desde entonces, este vecino de La Caridad, hoy con 77 primaveras, no ha dejado este oficio y lo ha llevado hasta el Vaticano y la Casa del Príncipe. Sólo dos ejemplos del destino que ha tenido su obra, admirada más allá de su municipio natal y muy querida por los peregrinos, a quien siempre se ha dedicado.

Ayer, Trabadelo recibió un sentido homenaje, organizado por las asociaciones de la ruta jacobea, en su municipio natal, donde familiares, allegados y seguidores quisieron reconocer la labor de este hombre, que a lo largo de su vida no se ha cansado de hacer en el taller de su casa bordones para el peregrino y gaitas. «Todavía hoy se puede ver, en el despacho del Príncipe, el bastón que Suso le regaló cuando Castropol fue "Pueblo ejemplar"», destacó la concejala de Cultura del Ayuntamiento de El Franco. Él, ante tanto elogio, sólo quiso decir un sentido «gracias», cuando el salón de actos del Ayuntamiento, abarrotado por casi un centenar de personas, esperaba sus palabras.

Suso, como le llaman en La Caridad, nació en el pueblo franquino de Lebredo. Allí empezó a cultivar la talla de madera, para más tarde dedicarse profesionalmente a este sector. Son su obra las grandes cruces de Santiago que pueblan el concejo de El Franco, y también los bastones-gaita «que alegran al peregrino en su descanso». Precisamente por ser un luchador en la recuperación del Camino de Santiago, las asociaciones de la ruta jacobea idearon este homenaje, al que se sumó el Ayuntamiento franquino. «Es una persona entrañable que con su trabajo ha sabido poner en valor el Camino de Santiago en el Occidente», se destacó en un salón de actos lleno de personas y emocionado.

El presidente de la Asociación Asturgalaica del Camino de Santiago, Joaquín Milans del Bosch, fue uno de los que más ensalzaron la figura de Suso, el de Casa A Veiga de Lebredo, «hasta el punto de que él es uno de los artífices de que este municipio cuide tanto el Camino, que es el mejor de la costa del Noroccidente».

Suso Trabadelo no hace las cruces de Santiago ni los bastones para peregrinos por casualidad. Fue la alcaldesa de El Franco, Cecilia Pérez, la que destacó en su discurso la fe de este artesano de la madera por Santiago Apóstol. Él dice que un día de Santiago se quemó el bajo de su casa de La Caridad y que también un día de Santiago se cayó de la bicicleta rompiendo la clavícula. Coincidencias para casi el resto del mundo, pero no para Trabadelo, que hizo en tres ocasiones el Camino de Santiago desde La Caridad en señal de su devoción. La primera vez, en 1993. Entonces tardó nueve días y caminó entre 20 y 30 kilómetros diarios. Ayer, sumó una fecha más para el recuerdo vinculada a su devoción.