Coaña / Villayón / Navia,

A. M. SERRANO

La faba del Occidente está en su mejor momento. Este año la buena cosecha ha llegado acompañada de buenos premios. Tres productores del Occidente han sido los ganadores de otros tantos galardones en el certamen asturiano de la faba, el tercero que se celebra en el Principado. Su secreto no es otro que ser constantes en el trabajo. También es muy importante que las condiciones meteorológicas acompañen, es decir, que se registre poca lluvia para evitar que la faba «se manche». Y, en esta campaña, las condiciones atmosféricas «nos han ayudado», sostienen. Sergio Suárez, de Coaña, ha recogido 16 toneladas; Ángel García, de Villayón, 14, y Celestina González, de Puerto de Vega (Navia), 1.400 kilos. El primero obtuvo el premio a la mejor calidad certificada; el segundo, a la mayor producción vendida amparable, y, la tercera, a la mayor producción certificada con marca propia.

En todos los casos son empresas familiares. Para Ángel García y Sergio Suárez, este no es el primer premio que les conceden. García suma siete de carácter regional y Suárez, dos, con el de este año. Celestina González, con una producción más casera, estrena título. Conseguir estas distinciones no ha sido fácil.

Aunque aquellos que no conocen el sector piensen que el trabajo se reduce a la temporada de plantación y recogida, es decir, a seis meses, estos tres profesionales de la faba lo desmienten. «Tienes que estar todo el año pensando en todo», comenta Ángel García. Y también mirando al cielo, lo más estresante, si se tiene en cuenta que es algo impredecible y que no se puede controlar. Si el verano y el inicio del otoño son lluviosos, se puede estropear la mayor parte de la legumbre. Este año, la recogida ha sido buena «porque las fabas estaban bien, sin mancha», explica Sergio Suárez. Nada que ver con la campaña de 2008, cuando la legumbre en mal estado llegó a alcanzar el 40 por ciento de la producción de este joven agricultor de Coaña. En esta ocasión sólo el 10 por ciento de lo plantado ha tenido que desecharse.

El volumen de faba en el mercado es este año mucho mayor y los tres premiados venden el kilo a precios que oscilan entre 6 y 10 euros, como mucho. Una cantidad que, en algunos casos, es insuficiente para hacer frente a los gastos. Dice Celestina González que, con el paso de los años, el precio del kilo no sube, «pero sí la inversión para que salga todo bien». Se refiere a los abonos y a los aperos necesarios para poner en marcha la cosecha.

Por eso los productores siguen exigiendo más control de la Administración regional para evitar la venta de faba con el título de «asturiana» que no ha sido etiquetada ni está controlada por el Consejo Regulador. Es uno de sus caballos de batalla, junto a la crisis. «Tendrían que poner más controles, como se hace con otros productos», pide el productor de Villayón, una reclamación que apoyan los otros dos premiados en el Occidente. «Y más en estos tiempos de crisis», apostilla Ángel García.

A la crisis y la venta de fabas de dudosa procedencia se une la falta de interés por trabajar en la agriculturas. Los tres productores coinciden en advertir que cada vez hay menos jóvenes interesados en producir faba: «Hay mucha competencia y las cosechas exigen mucho trabajo y sacrificio», aclara el empresario coañés.

Sin embargo, estos tres productores de faba del Occidente asturiano, premiados en el mismo certamen, continuarán adelante. El próximo mes, tras labrar las tierras, empezará la siembra. En un año esperan poder hablar de los mismos resultados que este o mejores.

«En este mundo hay mucha competencia y las cosechas exigen cada vez más trabajo»

Sergio Suárez

Coaña

«El precio del kilo no sube, pero sí la inversión para que todo salga bien»

Celestina González

Navia

«Tendrían que poner más controles, como se hace con otros productos»

Ángel García

Villayón