Belmonte,

V. DÍAZ PEÑAS

Los padres de los alumnos de Belmonte temen que el Principado tenga previsto cerrar la escuela infantil que da servicio a los más pequeños del concejo. La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del centro belmontín ha denunciado que la Consejería de Educación ha retirado la ayuda con la que se pagaba el transporte que llevaba a los niños de uno colegio a otro. Los padres consideran una falta de respeto esta actuación, máxime cuando ya estaba comprometida. Además, sospechan que pueda ser una estrategia para seguir recortando fondos.

Como explicó Julio Cabal, presidente de la asociación, los niños más pequeños acuden a clase a una pequeña escuela infantil situada en el centro de Belmonte. Los niños también tienen clases en el instituto, así que precisan de un transporte para realizar este trayecto de unos 400 metros. «La distancia es lo de menos, lo peor es que son niños pequeños y para los profesores es una gran responsabilidad. Además, en días de lluvia, los niños llegan empapados al colegio», puntualizó el presidente de la AMPA.

Los niños deben realizar el trayecto a pie después de que el Principado ingresase a la asociación una cantidad menor a la acordada. Ello hizo suspender el servicio de transporte por falta de fondos. Los padres consideran esta actuación muy grave y poco decorosa. «Ni siquiera se han dignado a respondernos. Es como si pasasen de nosotros», lamenta Julio Cabal. Los padres también ven en la retirada de la ayuda una manera de recortar fondos para el centro. «Nos cambian el profesorado, nos quitan el transporte, ¿Cuál será lo siguiente?», se preguntan en el AMPA.

Los padres temen que el próximo paso del Principado sea cerrar la escuela infantil. De esta manera, como se apunta desde la asociación, los niños pequeños tendrían que compartir edificio con los mayores, que actualmente reciben clase en el antiguo instituto. Este edificio no es apropiado ni posee las medidas necesarias de seguridad, según los padres.

Desde la asociación también se clama por una mayor ayuda a los centros educativos del medio rural. «Se olvidan de nosotros y así es imposible que la gente siga viviendo en los pueblos», concluyó Cabal.