Tapia de Casariego,

T. CASCUDO

La pastelería tapiega Palermo Delicatessen recibió ayer a medio centenar de alumnos del colegio «Pedro Penzol» de Puerto de Vega (Navia), a quienes enseñó la importancia del maíz tradicional que emplean en la elaboración de buena parte de sus productos. La iniciativa se enmarca en el proyecto de divulgación del maíz rústico que desde 2005 desarrolla esta empresa.

Los escolares visitaron el obrador y, después, se desplazaron a una finca de la villa en la cual tuvieron la oportunidad de experimentar con el cultivo de la planta. Precisamente, el maíz posee especial simbolismo en Tapia porque este fue el punto de entrada a Europa de la primera semilla procedente de América.

Pilar Lozano, una de las maestras del colegio naviego, opina que el trabajo de Palermo encaja en la tarea que realiza el centro para fomentar el respeto a la cultura y los productos tradicionales. «Me ha asombrado su labor de investigación y la oportunidad que dan a las personas celíacas de consumir sus productos». Y es que uno de los beneficios del uso de la harina de maíz frente a la de trigo en la fabricación de pasteles es que los hace aptos para personas celíacas.

A este respecto, Palermo Delicatessen acaba de recibir la certificación ecológica para su cosecha de maíz. Santiago Jarén, uno de los propietarios de la empresa, explica que llevan tres años con el proceso y que la cosecha que están a punto de plantar será la primera certificada. Precisamente, cuando la mazorca esté lista servirá para elaborar la primera harina de maíz marca Palermo Delicatessen. Este es uno de los proyectos estrella con los que trabajan este año y esa harina podría estar comercializándose a finales de año, tras instalar un molino especial para la fabricación.

Jarén comenta que también planean acometer un proyecto de investigación con el Serida y con la Misión Biológica de Galicia. Se trata de un programa pionero en Asturias que persigue analizar doce variedades de maíz rústico para determinar cuál es la que mejor se adapta a los diferentes usos, ya sea para producción forrajera o para la fabricación de harina. El presupuesto del proyecto es de 40.000 euros y, si reciben apoyo económico de la Administración central, podría desarrollarse en la cosecha de 2011.