Castropol,

T. CASCUDO,

Bebés con un libro bajo el brazo. Es lo que persigue la Biblioteca pública Menéndez Pelayo de Castropol con su nuevo programa de extensión bibliotecaria «Libros con biberón» con el que quiere fomentar la lectura a edades tempranas. La iniciativa se ha presentado esta semana a los padres y sus protagonistas, los más pequeños, están encantados con la novedad.

Algunos no saben ni andar y apenas si balbucean algunas palabras, pero se entretienen con los dibujos de los cuentos o los mordisquean probando la resistencia de sus encías. Lo importante, dice la bibliotecaria Manuela Busto, es que pierdan el miedo a los libros. «Ser lector no es cuestión de entrenamiento sino algo educativo, tienen que querer leer y sobre todo tener contacto y acceso a ellos para que acaben interesándose en leerlos», precisa.

El programa «Libros con biberón» trabaja en colaboración con la escuela de bebés El Turullón, que en su primer año de funcionamiento ya cuenta con 21 usuarios. Con la ayuda de la Menéndez Pelayo han creado un rincón bibliotecario en una de las aulas del moderno centro. En ella, los niños disponen de un fondo de 80 libros adaptados a sus necesidades. La directora del centro, Almudena González, explica que el rincón lector es muy beneficioso para los pequeños, sobre todo porque los libros les aportan una sensación visual nueva.

«Son libros que pueden manipular y se lanzan a por ellos de entrada, luego les sirven para aprender hábitos como el de sentarse y escuchar una historia o a saber que cuando acaban un libro deben devolverlo a la estantería antes de coger otro», explica Almudena González.

De momento, los libros son para ellos un juguete con el que experimentar sensaciones, pero crecerán familiarizados con él y a medida que vayan aprendiendo a leer podrán descubrir cosas nuevas de la mano de la lectura. Por eso la biblioteca castropolense tiende una mano a la escuela de bebés para crear un enlace, un nexo de unión que acerque a los niños al espacio bibliotecario.

El programa no se centra sólo en actividades en la escuela de bebés, sino que se ha elaborado una guía para padres en la que les sugieren pistas para fomentar la lectura en sus hijos y también se organizarán cuentacuentos en la biblioteca. Al igual que hace la biblioteca coañesa Gonzalo Anes, el centro castropolense va a organizar unas sesiones que bajo el título «¡Merendamos cuentos!» quieren acercar a padres y niños a la biblioteca. «Serán sesiones de un cuarto de hora en la que contaremos diversos cuentos a los niños, además estamos intentando que sean personas mayores las que lo hagan», afirma Busto.

La bibliotecaria explica que se trata de un programa de largo recorrido que irá creciendo con el paso del tiempo. Para ello, la Menéndez Pelayo contará con presupuesto específico dedicado a los menores de tres años. Hasta ahora contaban con algunos materiales adecuados para los pequeños, pero no con una partida específica para tal fin. Busto indica que «se nota mucho» cuando los niños conocen la biblioteca desde pequeños y se acostumbran a estar entre libros.

El programa también cumple un doble objetivo, ya que ayuda a la escuela infantil El Turullón a darse a conocer en el concejo. Este año han conseguido una matrícula de 21 alumnos, pero el centro tiene capacidad para 39. Los interesados deben saber que el plazo de solicitud está abierto y acaba el próximo día 18 de mayo.