Arganza (Tineo),

Lorena VALDÉS

«Con lo que hemos pasado hasta conseguir esta carretera, ¡cómo no vamos a estar contentos! Antes, para ir al hospital de Cangas del Narcea tardábamos 40 minutos y los baches eran horribles; ahora, en 15 minutos estamos allí, ni nos enteramos del viaje». Para Amadora García, del pueblo tinentense de La Llama, y para Mari García, de Villarmou, al igual que para el resto de vecinos de la zona más occidental del concejo, el recorrido desde sus casas hasta el hospital de Cangas del Narcea es, desde la inauguración de las obras de la carretera de El Puelo, el pasado noviembre, un camino de rosas. El consejero de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras, Francisco González Buendía, visitó ayer este tramo de la red viaria, junto con el director general de Carreteras, José María Pertierra, y el alcalde de Tineo, Marcelino Marcos.

La nueva carrerera de El Puelo, que comunica el núcleo con la intersección de la carretera local TI-6 y la regional AS-217, que une Tineo y Cangas del Narcea, significa para el núcleo de Navelgas, uno de los más importantes del concejo, y para los pueblos de alrededor situarse a un paso del hospital cangués, pero también acercarse a Pola de Allande. El proyecto, que tardó 23 meses en ejecutarse, ha representado una inversión de casi seis millones de euros. Una de las actuaciones más significativas en la vía fue la construcción de un nuevo puente sobre el río Arganza y la restauración del que ya existía.

En su encuentro con los vecinos, Buendía destacó «la importancia de esta obra para la comunicación viaria en el concejo» y reiteró la importancia de las denominadas «carreteras sociales», que, si bien no estructuran la red principal de carreteras, «sí dan servicio a los vecinos de la zona donde se ejecutan, mejorando su calidad de vida».

De calidad de vida en el medio rural habló también José Rodríguez, portavoz de los vecinos, en una intervención en la que no pudo evitar los lógicos nervios «de hablar en público delante del consejero». Rodríguez manifestó que «vivir en los pueblos es estupendo, pero hacen falta servicios para garantizar el bienestar de los habitantes. Esta carretera es un estímulo para afrontar otros proyectos», añadió. Rodríguez hizo hincapié en que «el futuro de los pueblos pasa porque sus habitantes tengan ilusión y, sobre todo, que no se sientan aislados».

José Rodríguez añadió: «tenemos ganadería, pesca, caza, turismo y ganas de progresar. Esperamos que los jóvenes se queden aquí y que esta carretera se quede pequeña».

Marcos manifestó «una gran satisfacción por haberse cumplido las expectativas. Los lugares tienen que estar un tiempo patas arriba, durante las obras, para luego estar guapos», explicó a los vecinos. Pero estos, ayer, ya habían olvidado los trastornos, todo era alegría.