Cangas del Narcea,

Pepe RODRÍGUEZ

Carlos Rodríguez, el minero de 30 años accidentado en la tarde del pasado martes, continúa estable dentro de la gravedad. Ese es el pronostico facilitado por el Hospital Central de Asturias, que concreta las lesiones del joven en un traumatismo craneo-encefálico.

Carlos Rodríguez cayó por una chimenea en el plano inclinado de Cerredo, en la capa La Inesperada, en su primer día de trabajo.

El minero está contratado por la empresa Enermisa, que es una subcontrata de Coto Minero Cantábrico, compañía perteneciente, a su vez, al grupo de Victorino Alonso y que gestiona el túnel de Cerredo.

No se conocen las circusntancias del accidente, pero algunos veteranos aventuran que una conjunción de mala suerte y de inexperiencia pueden explicar la caída.

Rodríguez es natural del pueblo leonés de Cistierna, bien conocido en el mundo de la minería.

La capa La Inesperada, en la cual trabajaba el joven en el momento del accidente, es tristemente célebre, ya que en ella perdió la vida el minero Gerardo Martínez el pasado mes de octubre. Martínez tenía 34 años y estaba trabajando en el plano inclinado de Cerredo, en la capa La Inesperada, cuando se vino abajo parte de la chimenea donde operaba y quedó atrapado. Durante 40 horas se trabajó a destajo para recuperar su cuerpo y, para conseguirlo, se extrajo más de un millar de toneladas de carbón.

La mina de Cerredo, que tiene gran peso en la minería de la zona, es, actualmente, un centro de recepción continua de trabajadores de otras zonas y la rotación de personal es muy alta.