Me resulta sorprendente que Vegadeo pretenda ahora una piscina. Y me sorprende además que los vegadenses se hayan visto privados de piscina teniendo en cuenta que se trata de la capital de Oscos Eo. Y resulta incomprensible que mientras se construyeron piscinas en Taramundi, San Tirso y en los tres Oscos, Vegadeo no hubiese conseguido la suya, a pesar de haber sido la primera localidad que dispuso de una modestísima piscina que fue demolida cuando se empezó a construir el instituto. Y a pesar de la promesa de reemplazarla debido al malestar de los vegadenses que disfrutaban de ella en los meses que el tiempo lo permitía, lo cierto es que no ha sido posible y tendrán que recurrir ahora en medio de una situación que no parece la más oportuna debido a la crisis galopante que nos afecta. Aunque no sea una solución, los vecinos al menos cuentan con las aguas de los ríos Suarón y Monjardín en la misma villa, lo que supone un alivio para ellos.