Arbón (Villayón),

A. M. SERRANO

La prohibición de navegar a motor en el embalse de Arbón ha desatado la primera protesta. Medio centenar de ribereños de la zona se concentraron ayer en la presa para exigir la retirada de la restricción impuesta por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) en marzo. Los ribereños han reunido casi trescientas firmas de apoyo y cuentan con el respaldo de la Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial, que la próxima semana, según indicó su presidente, Delfín Puente, se dirigirá a la Confederación para solicitar una reunión con el fin de aclarar su postura y llegar a un acuerdo.

Los pescadores mostraron desde el principio su rechazo a la nueva medida que prohíbe navegar a motor en el embalse. El portavoz de los ribereños locales, Miguel Bulnes, asegura que la nueva norma es «inesperada» y amenaza con nuevas movilizaciones en caso de que la restricción continúe «sin una justificación de peso». Por su parte, Delfín Puente aseguró que la nueva medida «extralimita la interpretación de la ley». La prohibición de navegar a motor está relacionada con el nuevo sistema de abastecimiento a los municipios costeros del Noroccidente (desde Vegadeo a Navia), al estar la captación en la presa, «pero aunque la ley no permita navegar en embalses si hay captaciones cercanas, hay que tener capacidad de interpretación. La captación se hace por debajo de la lámina y la contaminación de origen orgánico está en la superficie», destacó. «Esta norma es un sinsentido, no está justificada y esperamos que CHC tenga sensibilidad para derogarla», añadió.

Con pancartas con el lema «No contaminamos, sólo pescamos», los ribereños reclamaron a la Confederación más atención a otras actividades «que sí contaminan nuestras aguas». «No son los motores de las pocas embarcaciones que navegan en el embalse las que contaminan, sino los vertidos de todo tipo que llegan al río por la inexistencia de depuradoras en todos los pueblos de la cuenca del Navia y por la propia actividad de las empresas hidroeléctricas».

Aunque en esta concentración la Real Asociación Asturiana de Pesca centró sus críticas en la prohibición de navegar a motor, su presidente volvió a exigir, por cuarto año consecutivo, más sensibilidad por parte de la opinión pública y de los organismos competentes para «reconvertir la presa de Arbón en otra instalación energética menos impactante para los ecosistemas fluviales, y también más eficiente».

El colectivo asegura que la existencia de este embalse está dañando un recurso natural como el salmón, «hasta el punto de que casi ha desparecido de este río». «España debería copiar de Francia o Estados Unidos, donde están cambiando este tipo de instalaciones», indicó Puente.