Coaña, A. M. SERRANO

La gestión del matadero comarcal de Jarrio volverá a salir a concurso público. El juzgado ha rechazado el recurso de apelación presentado por la actual empresa gestora, Cárnicas de Jarrio, contra la sentencia que anulaba la adjudicación por aplicar baremos «subjetivos» y ser «arbitraria». Será el Ayuntamiento de Coaña el que tendrá que acatar el fallo, al disolverse la mancomunidad del Occidente, anterior gestora administrativa, y acordar los concejos antes agrupados en este ente supramunicipal delegar esta labor en el gobierno de Salvador Méndez.

La actividad del matadero de Jarrio, uno de los servicios públicos del Noroccidente, está en tela de juicio desde 2006. La entonces empresa adjudicataria quebró, lo que provocó el cierre de las instalaciones por unos meses. La mancomunidad del Occidente adjudicó de urgencia el servicio para contener la polémica social surgida en torno al cierre de un servicio público y que afectaba económicamente a las empresas cárnicas del Noroccidente. Esta adjudicación fue anulada por sentencia judicial, tras denunciar el trámite una empresa interesada en su explotación, lo que abocó a un nuevo concurso público en 2007, que ganó Cárnicas de Jarrio, y que fue recurrido por la misma empresa, que deseaba explotar el servicio. La primera sentencia dio la razón a los denunciantes y declaró la adjudicación «arbitraria». Cárnicas de Jarrio recurrió este fallo, pero hace un mes el juzgado desestimó su recurso de apelación.

Las instalaciones empezaron a funcionar en 1989. Son de propiedad de los 17 concejos que integraban la extinta mancomunidad del Occidente. Ahora pasará a ser gestionada administrativamente por el Ayuntamiento de Coaña, que será el ente público que hará frente a un nuevo concurso acatando el fallo, algo que sucederá en dos meses, según destacó el secretario del Consistorio coañés, Constantino Fuertes.

El matadero no tiene depuración de aguas residuales, y ha sido multado hasta en dos ocasiones por verter al río Pinto. El canon que paga la empresa adjudicataria en la actualidad por su explotación depende de la cantidad de carne que se sacrifica al año y suele oscilar entre los 10.000 y los 11.000 euros, algo que cambiará en el futuro.