Ribadeo,

T. CASCUDO

El Alcalde de Ribadeo (BNG), Fernando Suárez, ha ligado su permanencia en el puesto a la aprobación de los presupuestos municipales, que no salieron adelante en el pleno celebrado el martes por la noche. Es el motivo por el que ha planteado una cuestión de confianza, algo poco común en la comarca, que le podría hacer perder su cargo. Si en el pleno extraordinario previsto para las nueve de la mañana de hoy los tres grupos de la oposición (PP, PSOE y UPRI) no colaboran a la aprobación de las cuentas previstas para el año que viene, se abrirá un plazo de un mes para decidir el futuro del gobierno local. Esto es: las fuerzas de la oposición deberán negociar un pacto que les lleve a proponer un candidato que con mayoría absoluta se convierta en nuevo alcalde. Todo esto a un año de las elecciones municipales.

La presentación de la moción de confianza cogió por sorpresa a los grupos municipales que ayer se mostraban firmes en el mantenimiento de su voto negativo a los presupuestos de 2010. Los portavoces de los tres grupos hablan de falta de compromiso de Suárez a la hora de cumplir los acuerdos plenarios y también de poca capacidad de diálogo. Se quejan además de que les entregó el documento con las cuentas con poco tiempo para estudiarlo.

La segunda fuerza más votada tras el BNG es el PP que encabeza José Carlos Rodríguez Andina. Ayer aseguró que abre la puerta a quien quiera negociar y recordó que «el PP tiene tantos concejales como el partido de gobierno y siempre está dispuesto a negociar». La tercera fuerza, con tres concejales, es el PSOE que lidera Balbino Pérez Vacas, quien mantiene una postura semejante: «Será un periodo de negociación muy difícil, pero no renunciamos a nada». Por último, el portavoz de UPRI, Paco Rivas, dijo que pese a que quizás «es contraproducente hacerlo a un año de las elecciones» su partido no cierra las puertas a nadie. Así las cosas el próximo mes promete ser intenso en la vida política local.