Cangas del Narcea,

Pepe RODRÍGUEZ

María José Tella Rodríguez se jubila. Tras veintidós años al frente del colegio público Alejandro Casona, en Cangas del Narcea, ha llegado el momento de dejar la dirección del centro, que asumió en 1988, cuando el edificio que albergaba el Instituto de Secundaria de Cangas se reformó para acoger a alumnos de escolar.

Por sus manos ha pasado buena parte de los niños y niñas de Cangas del Narcea a lo largo de las dos últimas décadas, por lo que es justo decir que ha sido una pieza fundamental en el futuro del concejo.

María José Tella cree que las cosas han cambiado mucho en estos años. «Cuando empezamos teníamos un equipamiento espectacular, todo nuevo a estrenar, pero ahora tampoco nos quedamos atrás y, por otro lado, hemos mejorado muchísimo en nuevas tecnologías. Por ejemplo, los alumnos de quinto ya tienen miniportátiles», comenta.

También han cambiado los métodos educativos, unos cambios a los que ha ido adaptándose a lo largo de su carrera profesional. Cuenta que, «antes, los niños sabían más cosas, como ríos, geografía, historia... sabían más cosas en general. Pero la metodología educativa ha cambiado y ahora son más abiertos, tienen una capacidad mayor para comunicarse, para buscar cosas».

Tella se explica: «por ejemplo, es impresionante verles manejar las nuevas tecnologías, verles hacer búsquedas en el google. Y ahí está toda la información, por lo que se ha perdido en alguna cosa, pero se les da lo necesario para que lo comprendan mejor. Es un proceso diferente, ahora estudian y se esfuerzan menos, pero se ha mejorado en otras cosas», considera.

María José Tella confiesa que le va a costar adaptarse a su nueva vida; «cuando llegue septiembre lo voy a notar seguro porque yo siempre he venido con mucha alegría al trabajo, nunca ha sido un sacrificio, sino todo lo contrario. Ahora tendré que reinventarme una vida nueva. Ya veremos lo que hago, pero es seguro que lo voy a echar de menos, por supuesto», asegura.

Su mejor recuerdo de estos años, lo tiene claro, tiene que ver con el lado humano. Tella subraya que «mis compañeros, mis alumnos, sus familias... eso es lo mejor que he tenido, ellos son los que me han ayudado en mi labor. Este centro siempre ha estado abierto a todos, para educar en conjunto, y estoy muy orgullosa de ello, de que el Alejandro Casona sea de todos».