El Bao (Navia)

T. Cascudo

«Somos como esos viejos árboles, batidos por el viento que azota desde el mar. Hemos perdido compañeros, paisajes y esperanzas en duro batallar. Vamos a echar nuevas raíces por campos y veredas para poder andar». La popular canción «Somos», del desaparecido José Antonio Labordeta, sonó ayer con un nuevo significado en la curvona de El Bao. Allí se dieron cita por espacio de dos horas más de doscientas personas de Occidente bajo un único pretexto: pedir la reparación de la N-634 a su paso por esta localidad naviega. Y es que en junio hubo que desmontar la vía para dar paso al agua acumulada en el temporal y ahora Fomento ha decidido no reconstruirla y dejar el tráfico (el pesado no puede circular) por el desvío habilitado.

Los manifestantes se reunieron de forma pacífica y cortaron la carretera durante diez minutos para realizar una breve marcha reivindicativa. _Reunidos de nuevo, dieron lectura a un manifiesto en el que reclamaron justicia y respeto para los vecinos y seguridad para los conductores que deben atravesar a diario el desvío por la vieja nacional.

Especialmente emotiva fue la intervención de Manuel Pérez, uno de los vecinos de El Bao más afectados por las expropiaciones de Fomento para reparar la carretera. Pérez dijo a todos los asistentes que la nacional 634 se defenderá sola: «Si en el año 1985 no servía la carretera y ahora sirve, lo que pasa es que la cosa arriba está muy podrida». Para este vecino la excusa de proteger la reserva natural parcial del río Barayo no es suficiente para no reparar el viaducto y recordó a los dirigentes que al margen de los afectados de El Bao, la carretera «sigue siendo el paso principal entre Asturias y Galicia y eso es lo que hay que tener en cuenta».

Los vecinos de El Bao agradecieron el respaldo de los asistentes. Héctor Iglesias, que perdió su vivienda durante la crecida del mes de junio, insistió en que «cualquier acto es bueno porque al menos se hace ruido y esto no cae en el olvido». No obstante, entre los convocados hubo un sentimiento de pesar porque esperaban más asistentes.

Se tacha de «chapuza» el uso de la vieja nacional como solución definitiva y dejaron abierta la posibilidad de realizar nuevas concentraciones de solidaridad con El Bao y de rechazo a las argumentaciones de Fomento. En esta localidad naviega nadie se olvida de que lo sucedido no fue un desastre natural, sino la consecuencia de un mal mantenimiento de los tubos que canalizaban el río bajo la nacional. Su mal estado provocó su atasco, su rotura y la creación de una balsa de agua que anegó dos viviendas.