Luarca (Valdés),

A. M. SERRANO

El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Luarca, Manuel Gayol, niega la existencia de irregularidades en la entidad y asegura que las denuncias y las dimisiones del llamado sector crítico obedecen a enfrentamientos personales. Gayol aclara que toda la actividad, tanto logística como financiera, de la cofradía está supervisada y asegura que no existen problemas económicos más allá de la deuda de 120.000 euros, «que se saldará, como ya hemos hecho en otras ocasiones».

El dirigente de la cofradía lamenta la actitud de los críticos y denuncia que varios de los socios que han dimitido «deben a la cofradía casi 40.000 euros». Según Gayol, entre los años 2000 y 2005 no habrían pagado el tanto por ciento que marca la normativa por utilizar sus servicios. El presidente precisa que una sentencia judicial dio la razón al equipo directivo «y ahora esperamos una resolución firme para que estas personas entreguen a la cofradía lo que le pertenece».

El patrón mayor espera ahora poder formar un cabildo (como se llaman las reuniones de la dirección de la entidad) con el mínimo de miembros de la junta directiva que estipula la ley. «No haremos otra cosa que seguir trabajando por la cofradía», explica. Entre tanto, la Dirección General de Pesca, conocedora de la situación de crisis por la que atraviesa la entidad pesquera, que agrupa a más de 140 socios y a casi 40 embarcaciones, espera mediar en el conflicto. De momento, desde junio han dimitido 25 personas, que critican por «irregular» la gestión de la directiva actual. Aseguran que no se convocan las reuniones pertinentes y acusan al patrón mayor de abocar a la cofradía a los problemas económicos actuales. Gayol asegura que estas críticas no están sustentadas en la realidad y sí en enfrentamientos personales, «que no benefician a nadie, ni a la entidad ni a los pescadores». El patrón mayor reclama unidad y asegura que no es necesaria una comisión gestora, como reclama el sector crítico, para continuar. «Tendremos que trabajar todos», indica.

La Cofradía de Pescadores de Luarca factura tres millones de euros al año y es una de las más importantes de Asturias. Los enfrentamientos entre los socios se escenificaron por primera vez el pasado junio, cuando ocho personas, algunas de ellas de órganos directivos, anunciaron su dimisión. Meses después, lo hicieron 28 más, algunos de ellos miembros de las listas. De ellos, once se han retractado al sentirse «engañados» por los críticos.

La cofradía espera continuar con su actividad. Para poder hacerlo necesita tener un número mínimo de armadores y pescadores en el cabildo. La situación de crisis interna actual podría derivar en la falta de esa cifra mínima. En caso de que así fuera, la situación de la emblemática entidad se agravaría más, al no poder reunirse el órgano decisorio.