Tapia de Casariego,

Carmen Fernández, tapiega de Mántaras, fundó hace cinco años una asociación que lucha para que Tapia no se convierta en territorio minero. Hoy por hoy, la plataforma a la que da voz agrupa a 400 asociados. Su pretensión es frenar la apertura de una mina en la localidad tapiega de Salave. Tiene claro que una explotación de este tipo dañaría irremediablemente al concejo.

-¿Sorprendida por las pretensiones de la empresa Astur Gold?

-Sorprendida con el carnaval que está organizando. La plataforma tiene ahora un objetivo que no es otro que intentar esclarecer la confusión generada. Desconozco el alcance de sus pretensiones, es decir no sé si únicamente quieren captar inversión generando la expectativa de repartir los dividendos de una mina que ni si siquiera han proyectado o si se trata de que las presiones económicas y mediáticas les permitan algún día explotar el oro de Salave a su antojo. Si ostentan una concesión todo sería tan sencillo como elaborar un proyecto conforme con la normativa y tramitar las licencias oportunas. Lo de consensuar un proyecto tiene gracia.

-¿Cómo valora este nuevo intento de extraer el oro de Salave?

-A día de hoy, Astur Gold no ha presentado ningún proyecto para explotar la mina. Lo único que ha hecho, después de siete meses de algarabía, es solicitar la autorización de los sondeos. Estamos especialmente en contra de la maniobra publicitaria desarrollada en Tapia, que pasa por generar expectativas de empleo para la ejecución de un proyecto que no tienen ni siquiera definido: simultanean una mina a cielo abierto en internet con un anuncio por parte del señor Hormaeche de explotación subterránea, seguido de manifestaciones del señor Pinkowski acerca del carácter mixto de la explotacion. Son tres proyectos de explotación a la vez, sin descartar ninguno de ellos y sin elaborar tampoco ninguno.

-Astur Gold tiene sede en Tapia y ha iniciado una campaña informativa. ¿Cree que una vez más se paralizará el proyecto?

-No tengo capacidad para predecir el futuro. Hoy por hoy, lo más relevante es la campaña publicitaria orquestada y que se basa en tres estrategias: generar una gran confrontación entre los vecinos de Tapia, dar titulares en prensa para construir una realidad a base de repetir incansablemente una idea (vamos a explotar, estamos negociando con las autoridades, etcétera) y desprestigiar y manipular a las instituciones.

-¿Confía en las instituciones? ¿Espera que, finalmente, el Principado vete, como ya hizo una vez, una mina en Salave?

-Las instituciones están integradas por personas. Algunas son merecederoras de mi confianza y, otras, en absoluto. En lo que no puedo dejar de confiar es en el Estado de Derecho y en que en la valoración del proyecto que en su día se pueda llegar a presentar se tenga en cuenta la experiencia obtenida en el desarrollo de proyectos similares, así como los valores del entorno en el que está localizado el mineral y la repercusión de la explotación en la sostenibilidad de la comarca. Si tuviera un ánimo derrotista, hace años que habría abandonado la causa.

-La empresa asegura que tiene plena confianza en el desarrollo del proyecto.

-En primer lugar, les preguntaría a qué proyecto se refieren. En segundo, les diría que conocen sobradamente las posibilidades que tienen de explotar y cómo desarrollar proyectos que cumplan con las normas. Si están dispuestos a pasar por ese rasero no sé qué hacen perdiendo tanto tiempo a la vista del repunte del oro. Por lo expuesto anteriormente deduzco que, si aún no han proyectado nada es o bien porque lo único que pretenden es captar capital de inversores o bien para obtener, mediante presiones, un trato de favor, o ambas cosas.

-En época de crisis, mucha gente piensa en esos 250 puestos de trabajo que la empresa dice que creará de forma directa....

-De ser cierto, la cifra no es nada despreciable. Sin embargo, la experiencia de otras explotaciones mineras similares da cifras de empleo sensiblemente inferiores: alrededor de 50 empleados, parte de los cuales son subcontratados. A ello se une que no estamos ante una empresa con una producción que garantice una cierta perdurabilidad del empleo, sino ante una empresa extractiva. El propio comportamiento de las empresas que le precedieron en la concesión y las manifestaciones de la actual dan indicios suficientes como para poder afirmar que, si el precio del oro baja, dejarán la explotación sin mayor reparo y echarán sin contemplaciones a quienes contrataron. ¡Recuerde cómo desmantelaron Belmonte cuando se les denegó la explotación de Salave! El argumento entonces fue que, casual y súbitamente, la explotación había dejado de ser rentable.

-¿Cree que existen presiones políticas?

-Sin duda las hay, lo he podido constatar.

-¿Hasta dónde llegará la plataforma para parar la mina?

-Si llegan a presentar un proyecto, este será estudiado por parte de profesionales. Por el momento tan sólo podemos efectuar una dura crítica hacia las estrategias de la empresa, que son la mentira y la manipulación.