Luarca (Valdés),

A. M. SERRANO

Al colegio Padre Galo de Luarca le cantaron ayer el cumpleaños feliz, pero no lo hicieron los asistentes a un acto oficial, numerosos este año en el que las instalaciones cumplen un siglo de existencia, sino que fueron sus 122 escolares los que disfrutaron de una celebración a su medida con la cual la dirección del centro pretende cerrar un 2010 lleno de iniciativas para conmemorar un aniversario tan significado.

A la una del mediodía, más temprano de lo habitual, sonó el timbre para todos los alumnos del colegio. Se iniciaba así una fiesta que puso nerviosos a muchos y que alegró a todos. Los profesores se encargaron de encender las cien velas que, sobre los pasteles, señalaban el cumpleaños del centro. Las tartas, preparadas por los familiares, fueron las protagonistas de la celebración.

No faltó ni un sólo alumno. «No había visto tantas caras sorprendidas desde hacía mucho tiempo», comentaba la directora del centro, Ángeles Fernández. Ella y el grupo de profesores que enseña en el colegio fueron los artífices de que se organizara la actividad. «Lo pensamos y después se lo propusimos a los padres». Las tartas llegaron de los hogares de los niños. La mayoría, con el chocolate como ingrediente principal. Una de ellas fue la más especial por subrayar, con letras de chocolate blanco, que el centro enseña desde hace cien años.

Las actividades continuarán, pero ya en el primer trimestre de 2011, cuando la dirección del colegio tiene previsto presentar un libro que glosará, con testimonios en primera persona incluidos, la evolución del colegio y destacará su centenario.

El centro ha estado volcado con este aniversario; desde marzo se han organizado actividades, todas ellas con el objetivo de destacar la historia de uno de los colegios más antiguos de Asturias y el de más edad de la comarca.

El centro ha puesto de relieve en sus distintas actividades que en sus instalaciones nació el Aula del calamar gigante (ahora con sede museística propia), ha mostrado en dos ocasiones trabajos hechos por ex alumnos del centro y de principios de siglo y ha organizado un encuentro de convivencia entre antiguos alumnos del concejo.

Precisamente, en este último acto el alcalde de Valdés, Juan Fernández Pereiro, avanzó que la explanada que se encuentra cerca del edificio y que ahora está ocupada como zona de aparcamientos, se liberará para construir un área de recreo dedicada al peatón y en la cual se instalarán juegos para los más pequeños.