Navia, A. M. SERRANO

El alcalde de Navia, Ignacio García Palacios, aseguró ayer que el número de denuncias relacionadas con actos vandálicos en la capital del concejo ha descendido. Según los datos del gobieno local, que desde el inicio de la oleada de destrozos ha mantenido un contacto permanente con las fuerzas de seguridad, en los últimos fines de semana «no ha ocurrido nada excepcional» que alarmara a vecinos y empresarios, como sucedió en noviembre y en diciembre, cuando se constató un incremento de las denuncias de particulares por destrozos en mobiliario público y privado, por amenazas, por ruidos y por «botellón».

García Palacios indicó que el incremento de los actos delictivos de los pasados meses podría ser excepcional y lanzó un mensaje de tranquilidad a los empresarios del comercio y del sector hotelero y a los vecinos, que en las últimas semanas advertían de continuos problemas ocasionados por grupos de jóvenes. De hecho, el gobierno local ha retrasado las medidas de seguridad que hizo públicas el pasado diciembre y que incluían la instalación de cámaras de vigilancia en las zonas más conflictivas. Este nuevo instrumento para controlar el vandalismo en Navia, en principio aplaudido por los comerciantes y por los vecinos, no tiene ahora fecha de puesta en funcionamiento. Aunque el Alcalde explica que «se está estudiando» el tipo de dispositivos que se instalarán, evita dar fechas, incluso a largo plazo.

Los comerciantes, principales afectados por los destrozos, no son los únicos que han apoyado esta medida, sino que también la ha demandado el vecindario de las calles Las Armas y San Francisco, donde se concentran el «botellón» y las reuniones de los jóvenes que presuntamente cometen los destrozos.

Los sucesos ocurridos en el centro naviego durante los fines de semana asustaron el pasado noviembre a los habitantes de la villa, que incluso denunciaron dos incendios en el casco histórico. Uno de ellos obligó a desalojar a varios inquilinos de una vivienda. El Ayuntamiento entabló entonces un diálogo con la Guardia Civil para pactar más vigilancia, dado que la Policía Local no trabaja en turno de noche. El gobierno de García Palacios rechazó desde el principio la puesta en marcha del servicio nocturno de este cuerpo de seguridad local y, como nueva medida, más allá de la vigilancia de la Guardia Civil, anunció al instalación de cámaras para vigilar los alrededores de las zonas más conflictivas. Actualmente, la Benemérita se encarga de vigilar en Navia durante las noches de los fines de semana, «pero solo con una patrulla», denuncia el Partido Popular, en la oposición. Los populares critican que solo dos agentes velen por la seguridad ciudadana y tengan que controlar las noches de movida naviega y también Coaña y Villayón, municipios cuya vigilancia depende de la plantilla de la Guardia Civil de Navia.

Los populares han solicitado una reunión de la mesa de seguridad para evitar «decisiones precipitadas», en alusión a la instalación de cámaras. En caso de que esta medida se lleve a cabo, Navia sería la única villa del Occidente con este dispositivo de vigilancia. El gobierno naviego ya ha pedido los permisos.